SAN ANTONIO OESTE Y EL FERROCARRIL





(por Jorge Castañeda*) San Antonio Oeste como otras tantas localidades de la Región Sur es un pueblo ferroviario. El ferrocarril dejó una fuerte impronta en sus pobladores y una gran nostalgia por aquella época de pleno apogeo, cuando los trenes acortaban las distancias, transportaban pasajeros y turistas, llevaban encomiendas y cargas de todo tipo y hasta el famoso y recordado aguatero desde que salía desde Valcheta.

Podemos decir que en aquellos años de esplendor casi toda la vida se desarrollaba en torno a los trenes donde  la familia ferroviaria era muy numerosa y fraternal. Tal es así que quienes trabajaron en el riel jamás olvidan esos años de prosperidad y camaradería.

En San Antonio Oeste dejaron un recuerdo importante las entidades gremiales ligadas al Ferrocarril: la Unión Ferroviaria y la Fraternidad.

Estas instituciones aparte de su función gremial fueron fuentes de cultura a través, por ejemplo, de su nutrida biblioteca, abierta para el público en general y no fueron pocos los que pasaron por ella.

El escritor y amigo José Juan Sánchez supo reseñar aspectos del ferrocarril en toda la región expresando que “Salvando las distancias, los sanantonienses bien podemos decir que somos un don del ferrocarril. Habida cuenta de la importancia que significó ese medio para su desarrollo”.

“El sentido de clan, el orgullo de pertenencia al ferrocarril, la convicción de clase respetable, ocupó muchas páginas de la literatura y a partir de estos argumentos resulta más fácil entender el valor y la templanza que caracterizó a sus pioneros, para lograr resistir con orgullo y sacrificio, desde y por su pueblo, las condiciones de vida más adversas, como por ejemplo la falta de agua, la no satisfacción de las necesidades elementales, muchas de las cuales fueron resueltas por el propio esfuerzo de la comunidad”.

Y aporta en una nota publicada en el boletín “Rescatando Ayeres” un hecho por demás emotivo: “Los talleres ferroviarios fueron una magnífica escuela. Allí adquirieron oficio y formación técnica generaciones de jóvenes sanantonienses y de otras poblaciones vecinas, que además de formarse crearon una mística fierrera trasladada al deporte mecánico, que dio sustento durante décadas a una de las pasiones deportivas del pueblo, no siendo menos importante esos talleres en la historia de nuestro fútbol”.

“Un contingente de obreros ferroviarios procedentes de Tucumán, donde trabajaban en los talleres de Tafí Viejo, fueron trasladados por razones disciplinarias a los talleres de San Antonio Oeste. Algunos de ellos eran excelentes futbolistas y fueron los fundadores del Club Atlético Talleres, aportando su técnica exquisita a una escuela futbolística de respetable enjundia”. 

Y en esa misma emotiva nota José Juan Sánchez escribe que “La estación ferroviaria esconde los fantasmas de todos los abrazos de adioses y bienvenidas. Los sufridos tamariscos regados con lágrimas a falta de agua, duermen con los recuerdos de tantos seres que llegaron a sus andenes, de tantos que se fueron con la angustia de los pañuelos blancos trayendo y llevando esperanzas y frustraciones”.

“No resulta aventurado sostener entonces que si existe un espíritu ciudadano que marca a sus habitantes, el alma de San Antonio Oeste se forjó en las vías que se juntan en el infinito, con la dura flexibilidad del acero y esa nostalgia irremediable por la distancia”. (*Escritor – Valcheta)

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