Iud quiere reformar la Ley de Pesca para impulsar al empresariado local que está surgiendo en San Antonio





El legislador Javier Iud (FpV) anunció que está trabajando en un proyecto de reforma de la Ley de Pesca, de manera que permita dar impulso al nuevo empresariado que está surgiendo en San Antonio. Dijo que este sector, que “han hecho el esfuerzo, han comprado un barco, luego otro, juntan dinero de la extracción y ponen una fábrica de hielo”, choca con las empresas que monopolizan el cupo pesquero permisible que otorga la provincia, cuyos dueños son en general marplatenses. Enfatizó a la agencia APP que se apunta “al equilibrio y a la participación y al acceso al negocio pesquero del nuevo empresariado local”.
Iud explicó que la Ley de Pesca que quiere actualizar “surge con el advenimiento de la democracia, es la 1960, y estuvo modelada en la época donde el imperio pesquero de nuestra región estaba encabezado por la empresa insignia histórica de San Antonio que era Galme Pesquera y que tuvo continuidad con otra empresa que fue Camaronera Patagónica”.
Agregó que “el sistema pequero se comprendía entre la planta pesquera propiamente dicha, donde se recibe el pescado, se procesa, se envasa y se vende, y la etapa productiva, extractiva, los barcos que pescaban, todo en cabeza de un mismo empresario”.
Señaló que “las crisis de 2000, 2001 en adelante, hicieron que se dividiera el sector, donde por un lado estaban los dueños de las empresas y por otro los dueños de los barcos, que justamente no coincidían en la titularidad, que es un poco el régimen que nos toca vivir hoy”.
Mencionó a la agencia APP que los dueños son en general “foráneos, fundamentalmente de la economía marplatense”.
Señaló que comúnmente se tiene la visión que “vienen, juntan la pesca y se la llevan” y las empresas “aparecen, se funden y desaparecen”, tal como suele pasar en todo el litoral patagónico.
No obstante, en los últimos años se visualiza “una incipiente burguesía local, hoy hay algunos jóvenes muchos de ellos, provenientes de la actividad pesquera, que han hecho el esfuerzo, han comprado un barco, luego otro, juntan dinero de la extracción y ponen una fábrica de hielo, un fenómeno interesante”.
Dijo que “lo que pasa es que con el sistema actual es muy difícil que estos empresarios locales puedan entrar el circuito, porque los titulares del cupo pesqueros son esas empresas foráneas”.
Señaló en este marco que a ese empresariado local hay que apoyarlo con herramientas normativas, para que no dependan de tener que venderle a esas dos o tres empresas grandes que ponen el precio.
Expresó que la reforma que promueve tiende a modificar esa situación y a regular la actividad.
Mencionó además a la agencia APP que las empresas tienen el cupo permisible de hasta 9 mil toneladas, pero se da el fenómeno, y por eso baja la actividad, que capturan en los últimos años como máximo 6 mil, “por la aparición del langostino, que no tiene cupo ni existía veda, que permite un procesamiento más económico, da menor trabajo, y consiguen un mismo valor”.
Explicitó que el pescado tiene mayor nivel de procesamiento y por lo tanto tiene un impacto laboralmente más positivo, que el langostino al que se le pone bajo nivel de procesamiento. “Por eso tenemos desocupación en el ámbito pesquero y eso hay que regularlo”, aseveró.
Paradójicamente indicó que los empresarios locales, con los barquitos, comenzaron muchos de ellos con el langostino, pero está en condiciones de ir metiéndose en todo el negocio pesquero, para lo cual necesita una herramienta normativa acorde.
Señaló que más allá del panorama sanantoniense, la reforma ayudaría a empujar la actividad en Viedma y en Sierra Grande. (APP)

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