23 ballenas francas son seguidas vía satélite en tiempo real





Se trata del proyecto de investigación #SiguiendoBallenas que llevan adelante conjuntamente instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil en las costas de Chubut.

Se inició una nueva temporada del proyecto de investigación #SiguiendoBallenas.

Durante el mes de septiembre en el Golfo Nuevo, Provincia de Chubut, se equiparon 23 ballenas francas con dispositivos satelitales que ya comenzaron a transmitir posiciones. Los datos en tiempo real permitirán durante los próximos meses monitorear en detalle sus viajes por el Atlántico Sudoccidental.

Este estudio que se inició en 2014, tiene por objetivo conocer las rutas migratorias y áreas de alimentación de las ballenas francas australes que reproducen en los golfos norpatagónicos.

¿Qué rutas migratorias siguen las ballenas hacia sus áreas de alimentación?

Las ballenas francas, que cada año llegan a los golfos que rodean la Península Valdés se estudian desde 1971. El trabajo de investigación continuo nos permite hoy saber que, afortunadamente, esta población se ha incrementado en las últimas décadas. Sin embargo, se conoce poco sobre sus zonas preferenciales de alimentación y las rutas migratorias que las ballenas siguen cuando se alejan de las áreas reproductivas costeras del norte de Patagonia.

Utilizando transmisores satelitales de última generación, podemos conocer la localización en el mar de cada individuo, con una frecuencia de varias posiciones al día. El análisis de estos datos, asociados a variables oceanográficas, nos permite saber el modo en que utilizan los diversos ambientes marinos, si se trasladan o se están alimentando. Transcurridos algunos meses los dispositivos se desprenden sin haber afectado la salud ni el comportamiento de los individuos portadores.

El Dr. Mariano Sironi, Director Científico del Instituto de Conservación de Ballenas, destaca el rol de la foto identificación en el contexto de este proyecto científico:

“Fotografiamos cada ballena estudiada desde el bote y desde una perspectiva aérea mediante el uso de drones. Estas fotografías serán incorporadas a nuestro catálogo de más de 3.500 ballenas. Si las ballenas marcadas con transmisores satelitales son individuos ya conocidos, esto agregará información muy valiosa y una dimensión de mayor escala temporal al estudio, ya que conocemos algunas ballenas de Península Valdés desde hace casi 50 años.”

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¿Por qué es importante conocer a dónde van las ballenas cuando abandonan las costas de Península Valdés?

A pesar de la tendencia creciente en el número de ballenas francas, en años recientes, se registraron en las costas de Península Valdés eventos de mortandad de ballenatos proporcionalmente mayores a los registrados en otros sitios reproductivos de la especie, como Sudáfrica o Australia.

Esta mortalidad podría estar asociada al aumento poblacional, pero las causas aún no son claras y podrían estar influyendo otros factores como la reducción del alimento disponible en las áreas alejadas de Valdés donde las madres se alimentan.

Para analizar las posibles causas de estos eventos de mortandad se efectuaron dos talleres de expertos organizados por la Comisión Ballenera Internacional (Puerto Madryn, 2010 y 2014).  En ambos se identificó como prioritario avanzar en un proyecto de telemetría satelital a fin de conocer con mayor profundidad los corredores migratorios y áreas de alimentación de esta población.

Conocer lo que hacen las ballenas en sus viajes oceánicos aporta información valiosa para su conservación, porque permite localizar los ambientes claves para su ciclo de vida. Además, genera información relevante para sustentar la importancia de las áreas marinas protegidas y para elaborar recomendaciones de regulación de actividades humanas (pesqueras, petroleras y de transporte naviero) con potencial impacto sobre los grandes mamíferos marinos.

Grandes Viajeras

El proyecto de seguimiento satelital de ballenas francas, se inició a partir de las acciones recomendadas por el Plan de Manejo para la Conservación de la Ballena Franca Austral del Atlántico Sudoccidental, aprobado por la Comisión Ballenera Internacional (CBI)

Desde el año 2014 a la fecha se han marcado 47 ballenas, hembras con crías, adultos solitarios y juveniles, tanto en el Golfo Nuevo en Chubut como en la Bahía de San Antonio en Rio Negro,

Los 24 individuos marcados entre 2014 y 2018 han permitido conocer sus desplazamientos por los golfos norpatagónicos, el litoral marítimo argentino, las rutas migratorias y las áreas del Atlántico sudoccidental donde van a alimentarse.

En promedio, los dispositivos colocados transmitieron durante 100 días, pero hubo excepciones. “Papillón”, una ballena marcada en 2014, transmitió durante 8 meses ininterrumpidos desde su partida del Golfo Nuevo hasta su regreso un año después a la misma zona. La distancia total recorrida por Papillón durante este viaje fue de unos 7800 km.

En términos generales, las ballenas se movieron por la plataforma continental con rumbo este, alcanzando el talud y las aguas profundas de la cuenca oceánica del Atlántico Sur. En algunos casos, continuaron su navegación hacia zonas de alimentación cercanas a las Islas Georgias y Sandwich del Sur y áreas al norte del Mar de Weddell. Otros individuos, siguiendo las costas de Río Negro y Buenos Aires, se dirigieron hacia el norte hasta la desembocadura del Río de La Plata.

El seguimiento satelital ha permitido además conocer detalles del comportamiento de esta población de ballenas hasta ahora no descriptos: el uso de los golfos norpatagónicos, la velocidad y distancias de desplazamiento diario, entre otros.

Actualmente,  el equipo de investigadores de las instituciones integrantes del proyecto están analizando los movimientos de las 23 ballenas marcadas esta temporada. Los resultados de #SiguiendoBallenas2019 serán publicados próximamente en un sitio web

Aún queda mucho por descubrir sobre las ballenas francas de Patagonia, por eso la información generada a partir de este proyecto es extraordinaria y de enorme utilidad en el ámbito local y regional. Los resultados de años anteriores, los obtenidos del seguimiento satelital en esta temporada y en el futuro, serán clave para el manejo y conservación de esta especie emblemática. (Fuente Instituto Conservación de Ballenas)

 

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