Esto Creo: «El Periodismo, Aquí Y Ahora»

julio




Las opiniones que voy a dar en estas líneas, son la resultante de 42 años de periodismo, empírico y académico, en gráfica, televisión, radio y desde algo mas de una década las redes sociales, por lo que siempre señalo que «soy la transición de la Olivetti 88 a la tablet».


Soy de los que creo que la irrupción de internet y a través de ellas las TICs o redes, fue una revolución similar a la aparición de la imprenta sobre finales del medioevo, ya que «desmonopolizó» las escrituras que a través de «copistas» en los monasterios, divulgaban o no los trabajos de los autores de la época. Internet y las redes hicieron una tarea similar y estas últimas ya «ocupan el centro del ring». Hoy una noticia u opinión la pudo haber publicado el medio mas prestigioso o amarillo de todo el planeta, pero si no apareció en las redes no ocurrió.
El acceso de Javier Milei a la presidencia de la república, es una clara prueba de lo afirmado anteriormente, porque logro en 2 años, de ser un simple columnista de algunos programas, vía las redes, particularmente las juveniles, derrotó a inmensos aparatos propagandísticos que gastaron fortunas en campañas que solo lograron que casi 6 de cada 10 argentinos votara por quién hoy ocupa el sillón de Rivadavia.
Pero, siempre los hay, la condición de periodista, sin que esto sea una pretención segregacionista ni mucho menos, es un oficio al que se accede bajo la premisa de la responsabilidad. La única credencial que puede lucir un periodista es la credibilidad que genera entre los receptores de su trabajo. También es bueno señalar que la modernidad no deja de lado los viejos cánones de la profesión, como el chequeo en al menos 3 fuentes diversas, el dato, que tras ese proceso se convertirá en noticia.
Siempre es bueno volver a las fuentes. grandes maestros como Bill Covach y Ryzard Kapuscinsky nos dicen, por caso el primero, palabras mas, palabras menos : «Las normas éticas para los periodistas, son como las estrellas para los viejos navegantes, que quizá nunca haya que usarlas, pero no deben ser olvidadas.
El segundo nos habla de una tendencia en ascenso contemporaneamente donde pareciera que el oficio nos convierte en jueces y nos dice: «Los periodistas no estamos para aplastar cucarachas, sino para prender la luz para que la gente vea hacia donde corren a esconderse las cucarachas».
Creo, de eso se trata esta columna, que las redes se han ganado legítimamente un lugar entre la gente y ese vinculo genera en el periodista, comunicador, influencer o todo aquel que difunda información lo haga con integridad y responsabilidad, porque una mala información no solo daña al objeto de la misma, sino a quienes reciben esa «carne podrida» y que hasta constituyen formas de manipulación a favor de factores de poder que no se atreven a dar la cara.
Espero que estas líneas en este día del periodista, le sirvan a alguien para levantar la vara y lograr mejorar la calidad de nuestra información y nuestro trabajo.

Julio Ramón ALCALDE.

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