Romina Remis, docente y directora de la Escuela de Educación Especial N° 18, ha destacado la importancia de la sala de educación temprana para niños con discapacidad, un recurso vital que acompaña a los más pequeños en su desarrollo desde el nacimiento hasta los tres años.
Remis explicó que la educación temprana comenzó con un turno matutino y luego se extendió al turno tarde, asignando cargos específicos para esta función. «Es un cargo como todos los maestros, pero de educación temprana», afirmó, subrayando la diferencia entre este enfoque educativo y la atención que se brinda incluso con Salud.
La educación temprana se centra en abordar las necesidades de los niños desde el nacimiento hasta los tres años, especialmente aquellos que enfrentan dificultades en su desarrollo o que nacen con alguna condición que requiere un acompañamiento especial. «Antes estaba más relacionado a la salud, pero ahora se trabaja más desde la educación», señaló Remis, explicando el cambio histórico en el enfoque de esta atención.
En su intervención, la docente destacó el papel trascendental de la familia en este proceso. «Se acompaña a la familia, se conoce al niño en situación de juego, y se ve si es necesario derivarlo a un especialista, como un fonoaudiólogo por ejemplo», detalló. Sin embargo, lamentó que la mayoría de los niños lleguen cerca de los tres años, cuando es más difícil intervenir de manera preventiva.
La directora resaltó la colaboración con jardines maternales y municipales, donde las maestras trabajan junto a los docentes de educación temprana para apoyar a los niños. «Trabajamos con pautas de desarrollo y actividades de la vida diaria, además de ofrecer consejitos a la familia», mencionó.
Remis hizo hincapié en la necesidad de una mayor difusión sobre la importancia de la educación temprana para evitar que los niños lleguen tarde a este tipo de apoyo. «Es fundamental que los papás tengan prioridad en hacer el control del niño sano», agregó, señalando la falta de una articulación efectiva con el hospital local debido a sus propias complicaciones.
La docente también mencionó un proyecto llamado «Crianza», lanzado el año pasado, que incluye campañas en jardines municipales con consejos sobre el sueño y el uso de pantallas, con el objetivo de prevenir retrasos en el desarrollo del lenguaje.
Finalmente, Remis subrayó que, aunque se ha avanzado, aún falta un trabajo más articulado con las instituciones de salud para poder ofrecer un acompañamiento más integral y preventivo. «La educación temprana es trabajar desde la prevención», concluyó.
Este esfuerzo conjunto en San Antonio Oeste busca garantizar que los niños con discapacidades tengan un desarrollo óptimo desde sus primeros años, asegurando una mejor transición hacia el nivel inicial y una integración adecuada en el sistema educativo.
