Una madre ha presentado una denuncia en contra de un entrenador de fútbol infantil de San Antonio Oeste, acusándolo de presionar y humillar públicamente a su hijo de 15 años.
La situación ha generado preocupación después de que el adolescente manifestara en redes sociales su deseo de «no continuar con su vida», lo que provocó alarma entre sus familiares y la comunidad.
El hecho ocurrió el 16 de junio, cuando la madre del menor realizó la denuncia en la Comisaría de Familia de la localidad sanantoniense. Según su relato, su hijo «se encontraría en situación de vulnerabilidad de derechos» debido a las actitudes del entrenador. La madre detalló que el joven, que jugaba en el equipo dirigido por el acusado, publicó en redes sociales su deseo de terminar con su vida, lo que llevó a sus padres a preguntarle sobre las razones detrás de este alarmante mensaje.
En medio de una crisis de llanto, el adolescente reveló que su entrenador ejercía una fuerte presión sobre él, diciéndole cosas como que solo sabía jugar al fútbol gracias a él y que hacía todo mal. La madre afirmó que esta presión se debió a que su hijo había faltado a un entrenamiento.
Ante esta situación, y en acuerdo con su esposo, decidieron que el joven no seguiría jugando para ese entrenador y lo cambiaron de equipo. Sin embargo, las hostilidades no cesaron. La madre aseguró que, durante los partidos, el entrenador continuaba insultando al adolescente y llamándolo «llorón».
La denuncia ha sido tomada en serio por las autoridades. La jueza de Paz Suplente, María Carolina Alberti, ordenó la intervención inmediata de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y comunicó la medida a la Policía. La jueza Alberti enmarcó el caso bajo la Ley provincial 4109, que protege integralmente los derechos de niñas, niños y adolescentes, enfatizando que cualquier decisión debe priorizar el interés superior del menor, dado que son particularmente vulnerables durante su desarrollo.
La ley citada por la jueza establece que el interés superior de niñas, niños y adolescentes es el principio de interpretación y aplicación obligatoria en todas las decisiones que los involucren. Este caso resalta la importancia de proteger a los menores de cualquier forma de abuso o presión, asegurando su bienestar emocional y psicológico.
