El robo de los guard rails constituye un delito federal y atenta contra la seguridad vial. Fueron seis vigas las sustraídas.
Por segunda vez en poco tiempo, los empleados de una empresa privada que desarrolla actividades tercerizadas para la Dirección de Vialidad Nacional, volvieron a quedarse sorprendidos. En este mes desaparecieron de la Ruta Nacional N° 251 varios metros de guard rail.
Ayer descubren un nuevo faltante, totalizando un total de las seis vigas de esas defensas que suelen colocarse en las curvas o algunas sitios donde los conductores deben tener precaución al momento de circular por allí.
Habitualmente, de acuerdo a los organigramas internos, las defensas y terminales se entregan al organismo nacional con los bulones y tuercas correspondientes (empalme y fijado de defensas a postes) y arandelas Tipo «L» reflectante para su armado.
Lo extraño para los empleados es que estos gruesos perfiles metálicos de contención miden un total de 7,20 metros y cada tramo pesa 100 kilogramos con lo cual se sospecha que, más allá del tiempo que lleva desarmarlos, la única posibilidad de trasladarlos es en un carretón o la caja de un camión. Al parecer, hasta ahora nadie vio nada.
Por lo que observaron los empleados de la contratista es que los responsables de la maniobra delictiva tenían un especial interés en estos perfiles diseñados con doble onda como para asimilar impacto en eventuales choques.
El argumento es que a medida que fueron retirados abandonaron tornillos y punteras que, en un caso, quedaron muy cerca de una alcantarilla o bien no hicieron a tiempo tomando en cuenta que el principal botín eran las vigas.
Los empleados de la empresa contratista se presentaron en la Comisaría N° 20 de General Conesa poniendo en conocimiento de lo ocurrido últimamente en el kilómetro 20. Sin embargo, las autoridades policiales rionegrinas tienen que derivar la denuncia a otro fuero en virtud de que se trata de un delito federal.