En un contexto de incertidumbre laboral y económica, trabajadores de la empresa Río Salado enfrentan un panorama desolador. Según Juan Bautista Ortiz, representante sindical del STIA, la compañía no ha cumplido con sus obligaciones salariales y de beneficios.
«Venimos mal. Más allá de que las quincenas están al día, hay una deuda de vacaciones de 2022 y 2023 y no hay respuesta sobre el aguinaldo», señaló Ortiz.
La situación es crítica. Aunque la empresa asegura haber solicitado un crédito a la provincia para cubrir las deudas, este no se ha otorgado debido a la falta de garantías. En una reunión reciente, Río Salado propuso fechas de pago que apenas se cumplieron parcialmente. Según Ortiz, los trabajadores están agotados por los reiterados incumplimientos: «Hemos firmado tantos acuerdos que nunca cumplió o que cumplió en cuotas. Esta situación no puede continuar en 2025».
Además, Ortiz destacó que la planta está paralizada, lo que agrava aún más la incertidumbre sobre la continuidad de las operaciones. «La provincia y el empresario deben tomar una decisión definitiva. No se puede depender de un crédito que, incluso si se otorga, no garantiza estabilidad a largo plazo», afirmó.
El panorama no es exclusivo de Río Salado. La pesquera RV Racing en Sierra Grande también atraviesa conflictos laborales. La planta está parada tras el rechazo de los trabajadores a un aumento salarial del 10%, considerado insuficiente. «Estamos en un cuarto intermedio con la empresa. A pesar de la incertidumbre, se ha mostrado voluntad para destrabar el conflicto y reactivar la producción», explicó Ortiz en Info4.
En San Antonio, la planta de harina de pescado también detuvo sus actividades el 23 de diciembre. Aunque se han cumplido con algunas obligaciones salariales, la recomposición de sueldos sigue pendiente. Ortiz calificó el año 2024 como «malísimo» para los trabajadores de la industria pesquera y expresó su preocupación por la falta de apoyo a nivel provincial y nacional.
Ortiz llamó a las autoridades provinciales a implementar un plan pesquero que garantice la estabilidad laboral y aproveche los recursos disponibles. «Hoy tenemos recursos, como la cuota social del Golfo. Sería ideal usarla para un gran plan pesquero que incluya a los trabajadores», propuso.
El dirigente sindical también enfatizó la necesidad de políticas nacionales que protejan a los sectores más vulnerables. «La mano de obra está muy desvalorizada y no se tiene en cuenta en la ecuación de costos. Estamos viviendo un momento similar al 2001, pero seguiremos reclamando», concluyó.
