El intendente Adrián Casadei brindó detalles sobre la situación de Álcali de la Patagonia (ALPAT) tras una reunión mantenida con el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP).
En dicho encuentro también participó el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien analizó junto a los presentes los desafíos que enfrenta la empresa.
Casadei señaló las dificultades económicas que afectan a diversas actividades primarias de la región, como la fruticultura, la pesca y especialmente la producción de carbonato de sodio en ALPAT. “Estamos viviendo una situación muy compleja con la economía, particularmente en lo que respecta a la exportación. Sin embargo, dentro de este panorama, el turismo ha respondido mejor de lo esperado, lo que nos da un poco de optimismo”, explicó en FM HOY.
El intendente también se refirió a las inversiones en energía que podrían traer alivio económico a la región. Destacó el trabajo conjunto con el gobernador Weretilneck en proyectos relacionados con Pan American Energy e YPF, que posicionan a Río Negro como un actor central en la exportación de gas argentino. “Estas inversiones, que llevamos trabajando desde hace tiempo, representan una esperanza frente a la situación adversa que enfrentan nuestras industrias locales”, sostuvo.
Sobre ALPAT, Casadei subrayó las dificultades que enfrenta la única empresa argentina productora de carbonato de sodio para competir en el mercado internacional. Denunció que las importaciones de productos subsidiados por países como China, sumado a las diferencias en los costos laborales, han generado un escenario desfavorable para la compañía. “Hoy las empresas argentinas no pueden competir con potencias que cuentan con subsidios estatales y carecen de leyes laborales. Esto coloca a ALPAT en una situación crítica”, afirmó.
El intendente apeló a una revisión de los aranceles de importación para proteger la industria nacional y los puestos de trabajo locales. “No se puede liberar alegremente los aranceles de importación, ya que esto podría derivar en la pérdida de empleos. Necesitamos que las tarifas sean competitivas mientras ALPAT realiza los ajustes necesarios para mejorar su productividad”, destacó.
Finalmente, Casadei señaló que el futuro de ALPAT depende de un trabajo conjunto entre la empresa, el gobierno provincial y nacional, así como del respaldo del gremio SPIQyP. “La situación es difícil, pero confiamos en que, con las decisiones adecuadas, podremos garantizar la continuidad de la producción y la estabilidad laboral de cientos de familias”, concluyó.