Diego Porra, vecino de la villa balnearia, fue uno de los sobrevivientes del trágico accidente ocurrido en el cruce de las rutas 51 y 76, cerca de General La Madrid, en la provincia de Buenos Aires. El vuelco del colectivo de la empresa Vía TAC dejó un saldo de cinco personas fallecidas, entre ellas una joven venezolana residente de Las Grutas.
Porra viajaba en ese micro y, aún con dolores en su cuerpo, recuerda con detalle los momentos previos y posteriores al siniestro. En diálogo con InformativoHoy, relató que desde el inicio del viaje notó irregularidades: “Apenas subí me di cuenta que no era el colectivo de dos pisos que me habían dicho. No me dieron ticket de valija ni indicaron un asiento asignado. Me dijeron que me ubique donde quiera”.
El accidente ocurrió cerca de las 6 de la mañana. Porra recuerda que los choferes fueron cambiados en Bahía Blanca, en plena madrugada “Habían hecho apenas 200 kilómetros. No era para que esté tan cansado. Iba muy rápido y se comía la banquina todo el tiempo”, relató.
Cuando el micro comenzó a tambalear, Porra se despertó sobresaltado. “Me tiré a parar y me agarré del techo. El impacto fue muy fuerte. Quedé parado, golpeado en la espalda y el cuello”, contó. A pesar de los golpes, asistió a una mujer mayor que estaba atrapada debajo suyo, con signos de fractura y frío intenso. “Le hablé para que no se duerma, me pidió su mochila donde tenía el celular para comunicarse con la familia”.
También ayudó a un pasajero herido que no podía respirar, rompiendo una de las ventanillas del techo para que entrara aire. “Había agua por todos lados, caímos en una especie de zanja. Fue desesperante”, señaló.
Los pasajeros que resultaron menos heridos fueron trasladados al camión de bomberos para protegerse del frío, mientras esperaban la asistencia médica.
Porra aún se recupera física y emocionalmente del accidente. “Estoy agradecido de estar vivo. No le deseo a nadie pasar por esto. Fue un segundo, una fatalidad. Pero también es necesario que se hable de la precariedad en algunos servicios de transporte de larga distancia. Esto pudo haberse evitado”.
El lugar del accidente, según vecinos de la zona, es un cruce peligroso, sin carteles ni iluminación. Ya ha sido escenario de otros siniestros viales. Porra también lo advirtió: “Cuando salí del colectivo, miré y no había nada. Muchos pasan de largo ahí porque no se ve”.
La comunidad de Las Grutas lamenta profundamente la pérdida de la joven que viajaba en ese mismo micro. Mientras tanto, testimonios como el de Diego Porra ayudan a comprender la magnitud de lo ocurrido y ponen en evidencia falencias que deben ser atendidas para evitar nuevas tragedias.