La naturaleza ofrece lugares sensacionales para pasar un tiempo lejos de lo mundano. Enormes piedras se insertan en el mar, milenarias aglomeraciones mesozoicas que son un detalle fuera de lo común.
Rojizas de feldespato, llena de espuma de mar con marea alta y bañadas de sol al retirarse las aguas dejando una amplia playa para el disfrute.
Antes de llegar, pueden pasar por el típico barrio de Los Pulperos, allí encontrarán artesanías rústicas de mar, muchas rarezas que son excepcionales para adornos o para regalos con muy buenos precios, accesibles.
Luego si relajarse frente al océano, jugando con los médanos, pasando el día donde se pueden disfrutar de comidas al paso en los diferentes paradores del lugar.
También se puede pasar por la biblioteca construida en barro, un silencio especial para salirse de sí mismo y elegir algo para cambiar el sentido de la mente a través de una lectura necesaria.
A “las coloradas” quien fue una primera vez regresó siempre, a solo cinco kilómetros camino al sur de la villa balnearia. Maravillas de la naturaleza.