La Escuela Primaria N° 179 “Tomás Espora”, conocida históricamente como la escuela “del ferrocarril”, vivió este viernes una jornada cargada de creatividad, arte y emoción con la realización de su tradicional muestra anual de trabajos. Este año, la propuesta tuvo un formato renovado que convocó a toda la comunidad educativa y logró una gran respuesta por parte de las familias.
La directora del establecimiento, Daniela Sequeiros, destacó la importancia de este encuentro y explicó que la edición 2025 se desarrolló bajo una modalidad diferente, “más dinámica, más organizada y participativa”. “Convocamos a las familias y todo se desarrolló en el SUM, de una manera más ágil, donde cada grupo, junto con sus docentes, talleristas y especialistas, pudo presentar distintas actividades que el público podía presenciar, participar, escuchar y disfrutar. Hubo desde obras de teatro hasta bailes, representaciones, expresiones artísticas y la utilización del idioma inglés”, señaló la directora.
El evento, realizado en los turnos mañana y tarde, contó con una amplia variedad de presentaciones. “Fue muy lindo, muy variado: hubo cuentos, dramatizaciones, pinturas, cuadros de arte. A la tarde tuvimos una versión de Caperucita Roja, bailes de los más pequeños y obras sobre el cuidado del ambiente”, detalló Sequeiros.
Una de las temáticas más destacadas fue precisamente la del medio ambiente. Un grupo de estudiantes presentó una obra dedicada al cuidado del planeta, abordando la concientización y la preservación como ejes de reflexión. “Siempre hay que estar recordando la importancia de cuidar el lugar donde vivimos”, subrayó la directora.
Una muestra adaptada a los tiempos actuales
Sequeiros explicó que esta modalidad más interactiva surgió como una respuesta a los cambios en la forma de comunicar y compartir experiencias, además de las dificultades económicas que atraviesan las instituciones educativas. “Durante muchos años la muestra se hacía en las aulas, con maquetas, láminas y material impreso. Pero eso se volvió costoso, difícil de sostener, y además el público actual busca experiencias más breves, más dinámicas. Por eso pensamos en esta propuesta más moderna, y realmente fue un éxito”, expresó.
La organización requirió una gran planificación, ya que la escuela cuenta con unos 500 estudiantes. “Eso significa que cuando convocamos a las familias, el número de asistentes se triplica. Por eso debe ser algo bien pensado y coordinado”, explicó Sequeiros.
La directora agradeció el acompañamiento de toda la comunidad educativa: docentes, porteros y familias. “Fue un trabajo conjunto. Las familias colaboraron con los vestuarios, con la escenografía. En el caso de Caperucita Roja, por ejemplo, los padres y madres construyeron artesanalmente las máscaras del lobo. Esas cosas son muy lindas, porque generan vínculo y conexión entre padres e hijos”, comentó emocionada.
Una gran familia educativa
El espíritu de la Escuela 179 se vio reflejado no solo en las presentaciones, sino también en el clima de alegría y pertenencia que se vivió durante toda la jornada. “Hasta los porteros participaron y nos ayudaron en todo. Fue realmente una fiesta de la educación”, dijo la directora.
La institución, una de las más grandes y emblemáticas de San Antonio Oeste, continúa siendo elegida por numerosas familias para la educación de sus hijos. “Ya tuvimos las inscripciones para primer grado y seguimos recibiendo muchas consultas. Eso demuestra el cariño y la confianza que la comunidad tiene en nuestra escuela”, expresó Sequeiros.
La directora aprovechó la ocasión para reflexionar sobre el cierre del ciclo lectivo y los desafíos que se presentan hacia fin de año. “Nos queda transitar este último trimestre enfocados en los aprendizajes y las trayectorias de los niños, en fortalecer la alfabetización y seguir incorporando la tecnología en todo lo posible. Siempre buscamos innovar y adaptarnos al tiempo que vivimos”, señaló.
También destacó la importancia del diálogo permanente con las familias y la apertura para escuchar sugerencias y necesidades. “La escuela no puede estar aislada. Necesitamos seguir dialogando con la comunidad, escuchar a las familias y trabajar juntos por los chicos”, afirmó.

Un mensaje a las familias
En un tono más reflexivo, Daniela Sequeiros dejó un mensaje a los padres y madres sobre la importancia de acompañar de cerca a los niños, especialmente en un contexto social complejo. “Estamos viviendo tiempos difíciles, donde a veces parece que se pierden los valores o cuesta mucho convivir y llegar a acuerdos. Por eso es fundamental favorecer el diálogo. Que las familias escuchen a sus hijos, que los observen, que no los dejen solos frente a las pantallas. Hay que estar atentos a lo que hacen, a los juegos virtuales, a con quién interactúan”, advirtió.
“Más que un consejo, es un pedido: conéctense más con sus hijos, disfruten, hagan cosas juntos. Así evitamos tener niños tristes y ayudamos a que crezcan acompañados”, añadió.
Con profunda emoción, Sequeiros recordó sus años de trabajo y el vínculo con generaciones de alumnos que hoy regresan a la escuela como padres. “Disfruto lo que hago, me apasiona mi trabajo. Hoy, mientras miraba a las familias en el SUM, veía a muchos padres que fueron mis alumnos. La escuela contiene generaciones, es una gran familia. Por eso este trabajo es realmente apasionante”, concluyó.
La muestra anual de la Escuela 179 “Tomás Espora” volvió a ser un reflejo del compromiso y la creatividad de toda su comunidad educativa. Con un formato renovado, logró mantener viva una tradición que une a docentes, estudiantes y familias en una celebración colectiva del aprendizaje, la cultura y los valores compartidos.


