Los que me conocen saben que estoy atravesando un momento de mi vida difícil y particular. Tiempo de perdidas personales irreparables, que con el paso de los días se han profundizado, por lo que decidí no participar en actividades políticas de campaña, entrevistas y eventos sociales; sin descuidar el trabajo que hago desde hace tiempo, gestionar y acercar a los ciudadanos a sus derechos.
Un Tiempo que necesito de fortalecimiento personal y familiar en el que mi fe tiene un rol fundamental.
Pero también entiendo que es un momento en que es preciso sentar posición, por mi compromiso con mi tierra y porque mi cargo fue producto de la elección de mis conciudadanos. Y ellos hoy nos reclaman claridad y coherencia en nuestro decir y hacer.
Como lo manifesté oportunamente cuando fue el planteo por la contaminación por los deshechos de langostinos, siempre estaré del lado de los reclamos justos de mis vecinos, porque los cargos pasan, pero mi vida y la de mi familia trascurre en este maravilloso lugar. Por lo que manifiesto que no estoy de acuerdo con la instalación de una planta nuclear en nuestras costas. En todo este tiempo me he informado al respecto y creo estar dando mi opinión con fundamentos sólidos. Lamentablemente este tema quedó atrapado en medio de una campaña electoral, por lo que muchas veces no se dice todo lo que se piensa y se intenta chicanear con los que antes estuvieron de acuerdo y ahora no y viceversa. Y los habitantes quedan atrapados en medio de esta cuestión.
Para los que creemos que la tierra Dios la entregó para que sus hijos la gobiernen y administren con sabiduría, anhelo que se pueda cumplir su voluntad.
Espero sepan comprender mi situación actual. Cordialmente.
Maria Liliana Gemignani – Legisladora JSRN