La polémica por el destino de la mitad de los fondos del Plan Castello, dinero que es destinado a la municipalidad de parte del gobierno provincial, se encuentra en su punto más álgido de discusión. Esencialmente lo que tiene que ver con la compra e instalación del césped sintético, esta decisión por parte del ejecutivo, acompañados por concejales del oficialismo y uno de la oposición, llevó a que inicie una catarata de rechazos por gran parte de la comunidad.
San Antonio Oeste es el único municipio que presenta dentro del proyecto del Plan Castello, la reconversión de su estadio de fútbol. Otras comunas lo utilizarán para construcciones o bien extender servicios, comprar material rodante.
Cuál es el motivo que tiene el ejecutivo en avanzar en la colocación del césped sintético, el discurso oficial, expresan que es necesario por el bien de deporte y de quienes puedan utilizarlo, esencialmente son niños y adolescentes, también, cálculos de por medio, mencionan que obtienen un recupero a mediano plazo, dinero que será reutilizado para el mantenimiento de varios edificios como el polideportivo y gimnasios municipales.
En realidad, el oficialismo cree que el impacto visual del estadio una vez finalizado con pista de atletismo incluida, será una oportunidad inmejorable para mostrar a la comunidad que se puede estar a la altura de otras localidades, es una obra inmediata a inaugurarse, su instalación lleva pocas semanas.
Como lo expresamos en una editorial anterior, las prioridades para el vecino hoy, son otras.
Por ello, a rigor de verdad, Esquivel supo observar y escuchar esas prioridades, a su vez manejó los tiempos, encontró un resquicio de duda que había en el ejecutivo por el tema del estadio y avanzó en presentar un proyecto, que en realidad, estaba a destiempo. Hábilmente lo encaró con los otros concejales que votaron en contra de la redeterminación de la ordenanza del presupuesto.
Esquivel conoce que en el presupuesto municipal hay destinado 9,5 millones de pesos para la red de gas, pero como los del oficialismo no saben comunicar, no conocen la forma de contrarrestar, no fueron capaces de sacarlo a la luz, quedaron entrampados en el carrusel del expediente presentado sobre tablas, que derivó en las quejas de los vecinos en la sala de sesiones y en las redes sociales.
El bloque del Frente para la Victoria y el gobierno de Luis Ojeda carecen de un enlace político que sepa manejar esos tiempos que hoy la oposición lo hace, no hurgan en la información, la investigación, ni observan los escenarios concretos, por ello caen en la mediocridad.
La exposición del edil Clemant sobre Esquivel es cierta. Esquivel fue parte importante del gobierno de Iud, «se crió» políticamente con el ex intendente, además fue su legislador y su secretario de hacienda. Sabía, en definitiva, de los fondos que se utilizaron y de los que no, de esto último los avaló cuando era funcionario. Además está sentado en la presidencia del concejo por un acuerdo de cúpula del PJ que aceptó. No puede desconocer ahora nada de lo actual, ni de lo pasado.
Pero, esa historia justamente, lo hace conocedor de muchas de las acciones del peronismo sanantoniense, hoy formula contrariedades, además aglutina desencantados y rechazados por el justicialismo gobernante, que se suman a su diatriba. Es el mayor opositor, pero a tenido lazos fraternales con los actuales gobernantes.
Asimismo, a rigor de verdad, tanto el presidente del concejo como la oposición tienen razón en señalar que el gobierno de Luis Ojeda no ha evidenciado ninguna obra pública importante. No han realizado ni un centímetro de obra pública en Las Grutas, ni en el Puerto. En San Antonio un par de cuadras de asfalto, parte de la costanera con la división de las avenidas, cinco manzanas de cloacas, medio playón y ahora la instalación de leds en las arterias principales, también algunos bacheos.
Eso hace que la población hoy demande lo que en años no se realizó, por eso pide acción concreta a sus gobernantes. Ningún mejoramiento hubo en los barrios. Por eso era importante que el Plan Castello incluya las solicitudes de las juntas vecinales y “lo que sobraba” por la exponencial estampida del dólar, darle mayor intervención a esos fondos volcándose a la comunidad.
Estaría muy bien si se escuchan a las juntas vecinales, que haya una ronda participativa, lo señalamos, el gobierno municipal debe traer para sí a los actores principales de los barrios al diálogo. La interlocución es esencial en estos tiempos complejos, donde la economía hará mella en las cuentas de todos.
La participación de los vecinos es la llave para destrabar esta situación que se generó, además conocer sus necesidades y prioridades. Está en el gobierno saber hacerlo, «no seamos necios y debemos escuchar a la gente» dijo Noale, pero lo mandaron a callar cuando pidió el cambio de césped sintético a césped natural. Con esa iniciativa se ahorraban tres millones. También es cierto cuando dijo «donde manda capitán, no manda marinero», que tengan cuidado con el rumbo del barco.
Arturo Jauretche decía “Lo actual es un complejo amasado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será” maravilloso concepto de la realidad. (Carlos Aguilar @caa174)