La joven de 20 años que denunció haber sido secuestrada y abusada sexualmente en San Antonio Oeste, por un pampeano de 33 años de la comunidad zíngara, ya se encuentra en nuestra provincia.
Los médicos del Hospital Aníbal Serra le dieron el alta atendiendo a que la muchacha se encontraba en buen estado de salud y porque ella misma había pedido regresar a la provincia para estar cerca de sus familiares.
Fuentes médicas informaron que desde el lunes, cuando la muchacha llegó al hospital y denunció haber sido privada de su libertad y sexualmente agredida, un equipo técnico la contuvo: la muchacha fue asistida por una trabajadora social, una psicóloga y una ginecóloga.
Por otra parte, la fiscala María Luján Coy, quien está cargo del caso dijo que “el acusado ya declaró el miércoles por la mañana en el Juzgado Número 2” pero no dio detalles sobre la versión del hombre. Mientras la causa avanza, “el Gitano”, ese sería el alias del imputado, se encuentra detenido en la Unidad Penitenciaria 1 de Viedma.
El hecho.
El domingo por la noche “una mujer en estado de angustia y nerviosismo, se hizo presente en una heladería céntrica de San Antonio adonde pidió ayuda y fue internada minutos después en el hospital local porque se sentía descompuesta. La joven -agrega el portal- adujo ser oriunda de Santa Rosa y haber sido víctima de un abuso sexual a manos de un hombre conocido como ‘El Gitano’ (también de Santa Rosa) del que había logrado escapar”. Finalmente, la policía inició la investigación e identificó al hombre y lo localizó en un alojamiento San Antonio: lo atraparon el lunes a las 9 de la mañana, momento en el que se iba del lugar a bordo de un Volkswagen Bora que tenía pedido de secuestro, cuyos papeles eran truchos.
La joven explicó que se encontró con el hombre a la salida de una disco de Santa Rosa y que se ofreció a llevarla a Guatraché, adonde vive su hermano. Minutos más tarde, la muchacha vio que el conductor se desvió del camino y tras recriminárselo, recibió un golpe de puño en su rostro. Después -dijo- sintió un pinchazo en la espalda que la hizo dormir y se despertó en el auto, sin fuerzas, con pantalón y ropa interior baja. Logró escapar -agregó- previo forcejear con el hombre. (La Arena)