Héctor Eduardo Izco está desesperado y pide ayuda a las autoridades para acelerar este proceso riguroso del aislamiento. Debe permanecer 14 días encerrado en un hotel y no puede realizar un tratamiento médico de urgencia.
Héctor Eduardo Izco (67) está transitando un duro momento en su vida. Viajó junto a su familia y recorrió 1400 kilómetros, desde la localidad de Las Grutas provincia de Río Negro rumbo a San Juan con la esperanza de realizarse un tratamiento de urgencia para salvar su pierna izquierda en una clínica especializada en diabetes.
Sin embargo, debe realizar obligatoriamente una cuarentena en un hotel como lo estipula el Comité Covid-19. Por este aislamiento, el hombre está desesperado y teme por su vida. Actualmente, su estado de salud no es muy favorable, le amputaron dos dedos del pie y presenta una avanzada infección.
“Estamos muy mal por esta situación. Habíamos escuchado sobre un caso similar que había tenido resultados excelentes acá en San Juan y le salvaron la pierna. Es por eso que viajamos desde Las Grutas”, contó una familiar, Marisa Bachman a Telesol Diario.
“Solicite en la página de Gobierno toda la información para poder ingresar, tres días después me respondieron cuando ya estábamos acá. Tramitamos los certificados médicos correspondientes y el permiso de circulación especial por urgencia. En San Juan pasaron cosas inesperadas, en el Control de San Carlos nos pidieron la documentación y nos hicieron esperar varias horas al costado de la ruta. Teniendo en cuenta que veníamos con una persona que necesitaba asistencia médica“, relató la mujer quien también cumple la cuarentena en un hotel céntrico.
Al mismo tiempo, Marisa señaló que no lograron realizar el análisis PCR (hisopado) como lo estipula el Gobierno local -con resultado negativo de hasta 72 horas anteriores a la fecha de ingreso a la provincia- debido a que donde viven las pruebas no son entregadas de forma inmediata.
“HÉCTOR TIENE ESPERANZA DE QUE LOS ESPECIALISTAS DE SAN JUAN LE SALVEN SU PIERNA”
Esta mujer oriunda de Río Negro pidió “un poco de humanidad, solidaridad” a las autoridades para acelerar este proceso riguroso. Solicitó que un equipo médico le practique un test a Héctor y a su esposa, así luego puede iniciar un tratamiento para salvar su pierna.
“SE PUEDE MORIR EN EL HOTEL”
“La situación no es muy favorable, Héctor no puede estar acá. Tiene un pie diabético, está con drenaje, lastimado. Le inyectan dos veces por día un antibiótico”, expresó muy consternada Marisa. (Fuente TLS Diario de San Juan)
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