Solo resta completar la obra del laboratorio. En la chacra del organismo en el Valle ya se hizo la primera cosecha de marihuana. El predio es custodiado por Policía Federal.
La ex diputada se comprometió a dar seguimiento a las tramitaciones que llevan adelante tanto en el ANMAT para poder poner en marcha la fase final del proyecto y entrar en producción.
Amorosi puso de relieve que “es el primer proyecto en el que intervienen una institución pública, una ONG y la inversión privada; es una cadena de valor conjunta, INTA y Ciencia Sativa cultivan la materia prima, que sería la cosecha de los cogollos, el laboratorio de Pasedati extrae la resina y los laboratorios de PROFASE y Medicamentos Magistrales elaboran el medicamento final a base de cannabis, INTA Patagonia Norte abarca las dos provincias”.
Señaló también que “en Bariloche tenemos el laboratorio de fitomejoramiento, donde tenemos la primera variedad registrada alta CBD y están en camino dos más y trabajamos en estabilizar las variedades con las que viene trabajando la ONG hace años, toda la producción es con semillas nacionales de INTA-Ciencia Sativa, que es como se hizo el registro, trajimos de Uruguay una variedad específica, pero todavía no la estamos cultivando”.
Gabriela Calzolari, becaria del CONICET y fundadora de la Asociación Ciencia Sativa, destacó el rol de la ONG en “el cultivo, la selección, el fitomejoramiento y la producción de semillas junto con el INTA”.
Hasta el momento tienen una variedad de semillas registrada en el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y dos más que están en trámite. La producción de semillas además de abastecer el propio cultivo se comercializará en grow shops y viveros especializados para que puedan acceder los usuarios de (Registro de Productores Cannábicos) REPROCAN.
El laboratorio del INTA
El laboratorio instalado en el INTA de Guerrico tendrá capacidad para procesar la producción propia del proyecto y prestar servicios de extracción de resina a otros productores y cooperativas, para garantizar la rentabilidad de la inversión. Se estima que, una vez en funcionamiento, trabajarán allí unas quince personas, y que se duplicará el plantel de trabajo en el cultivo, que actualmente es de cuatro personas.
El proyecto comenzó a elaborarse en 2019 y fue aprobado por el Ministerio de Salud en el año 2021. Se enmarca en la Ley N° 27.350 establece el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.
El área de cultivo ocupa dos hectáreas, cercadas, monitoreadas con cámaras de seguridad y custodiadas por la Policía Federal. Allí hay un invernáculo para la producción de plantas, dos naves de cultivo y el edificio que alberga el laboratorio, el sector de almacenamiento, oficinas y dependencias.