El sindicato Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha levantado la voz ante la preocupante situación de despidos de guardas ambientales en la provincia de Río Negro.
Según declaraciones de Pablo Ulrich, delegado del gremio en este sector, varios compañeros y compañeras que llevan dos o tres años desempeñando funciones fundamentales como guardas ambientales han visto sus contratos no renovados.
Ulrich señaló que la situación afecta a aproximadamente doce personas, principalmente en el área del río Limay y en la Costa Atlántica, específicamente en San Antonio y Punta Bermeja. «Es muy difícil demostrar en papeles la labor que se hace en el terreno», expresó Ulrich en medios radiales. Los guardas ambientales, ya sean empleados en planta o contratados como monotributistas, realizan tareas de control, fiscalización y relevamiento de fauna y flora en áreas determinadas.
A pesar de las dificultades, Ulrich informó que tras negociaciones, se logró renovar los contratos de la mitad de los afectados, con dos en Viedma y dos en San Antonio. Sin embargo, resaltó la importancia de estas labores y el compromiso de los trabajadores, muchos de los cuales están en proceso de formación técnica y desean continuar desarrollándose en este campo.
Desde Ate resaltan la necesidad de valorar y garantizar la continuidad de los servicios de conservación ambiental, así como la estabilidad laboral de quienes los llevan a cabo.