Al acercarse los meses de clima templado, comienzan a tomar un mayor protagonismo en el turismo rionegrino los destinos de la región Mar, entre los que se destaca Las Grutas, una pintoresca villa balnearia que tiene mucho más que ofrecer además de hermosas playas paradisiacas.
Disfrutar de las maravillas oceánicas en alta mar ¡tiene sentido!
Como todas las primaveras el Avistaje de Fauna Marina es el foco central de la oferta grutense, con imponentes ejemplares de ballenas franca austral, delfines y toninas llegando a las aguas del Golfo San Matías, a los que se suman las aves costeras que empiezan a arribar a la zona luego de su migración desde el norte, y los siempre presentes lobos marinos, listos para darle una amistosa bienvenida a los visitantes.
En este sentido, los prestadores turísticos Rupestre Experiencia Patagónica, Cota Cero Buceo y Atlántico Avistajes ofrecen distintas alternativas para deslumbrarse con esta maravillosa fauna a través de salidas embarcadas para ver desde cerca a las ballenas que se hacen presentes en las costas rionegrinas en esta época de año.
Para conocer más de esta experiencia única, podés ingresar a los sitios https://rupestrepatagonia.ar/, www.cotacerobuceo.com.ar o en redes Atlántico Avistajes.
Pero este no es el único atractivo que se puede realizar en altamar, ya que Cota Cero también te espera para vivir una experiencia única debajo del mar. La empresa realiza deslumbrantes bautismos submarinos perfectos para todo aquel que quiere aventurarse en el lecho marino por primera vez.
Se trata de una inmersión con equipo completo donde se vislumbran las maravillas naturales que yacen en el fondo del mar y para la cual se realiza una preparación previa en la pileta de la 3º bajada, donde se explican las técnicas básicas, los componentes del equipo y cómo manejarse debajo del agua, para luego aplicar todos esos nuevos conocimientos en la primera inmersión, siempre acompañado de un experimentado y calificado instructor de buceo.
A su vez, Cota Cero también ofrece salidas de snorkeling, una actividad que, a diferencia de los bautismos, no requiere una preparación previa. En este marco se traslada a los turistas a un bajo fondo de piedras donde podrán ver a sólo un metro de distancia toda la vida que tiene lugar en las formaciones rocosas de las costas rionegrinas.
Por otra parte, Las Grutas también es hogar del Parque Submarino, el atractivo más grande de Sudamérica en su estilo, que cuenta con cinco embarcaciones abandonadas que fueron desguazadas y hundidas aproximadamente a 5 kilómetros frente a las Piedras Coloradas para convertirse en el hogar de una amplia vida marina, generando imágenes inolvidables para todo aquel que realiza la actividad.
A diferencia del resto de parques submarinos de Sudamérica, el de Las Grutas se caracteriza por ser el único en el cual se puede acceder al interior de las embarcaciones hundidas, con entradas y salidas planeadas y llevadas adelante en cada barco, lo que significa tener un atractivo único y muy buscado por buzos de todo el continente e incluso del mundo. Sin embargo, estas visitas a los navíos están reservadas para los buzos más experimentados, para la cual hay que realizar ciertos cursos de capacitación que también ofrece Cota Cero.
Deleitarse con los mejores sabores de olivas ¡tiene mucho sentido!
Otra de las alternativas que ha ganado terreno en las últimas décadas ha sido la producción de productos derivados del olivo, con tres de los más grandes olivares del país llevados adelante por familias de San Antonio Oeste y Las Grutas. Los aceites y otros productos son reconocidos mundialmente gracias a su estratégica ubicación cerca del mar, con una notable amplitud térmica durante el día y técnicas cuidadosamente aplicadas a cada momento de su producción.
El primero de estos es Olivar Oleosan, una plantación ubicada en el cruce de las Rutas Nacionales 3 y 251 y otro campo situado a unos 12 kilómetros de allí, que cuenta con casi 50.000 plantas en más de 100 hectáreas que producen alrededor de 100.000 litros de aceite de oliva extra virgen de excelente calidad, muy demandado por el mercado interno.
“Empezamos con esto hace 18 años por iniciativa de mi padre y hoy en día el 90% de lo que producimos lo vendemos en el local, donde ofrecemos aceites, aceitunas, productos envasados, dulces, alfajores, entre otros productos” explicó Fabián Mañana, el prestador a cargo de la empresa, que cuenta con el sitio web https://oleosan.com.ar para conocer y adquirir todos sus productos.
Por otra parte, en Las Grutas se encuentran los Olivos Patagónicos, una empresa cuyas plantaciones ubicadas en el casco urbano de la villa balnearia, producen a sólo 600 metros del mar, más de 10.000 litros de un increíble aceite de oliva utilizado por los principales chefs y restaurantes del país, como también otros derivados.
Además, el establecimiento ofrece visitas guiadas a su finca, donde se puede conocer todo el proceso de elaboración de sus productos en todos sus pasos, desde la cosecha hasta el embotellamiento, finalizando con una degustación exquisita para cualquier paladar en su showroom ubicado en el frente de la fábrica. En redes sociales puede encontrarse como @olivospatagonicos.
Camino al Puerto del Este, en el kilómetro 9,5 de la Ruta Nacional 25, se encuentra el establecimiento “El Alamo”, un pintoresco campo donde se encuentra el olivar de la Familia Kanje, una plantación que tiene sus inicios en 1996 y llevado adelante por una de las familias más históricas de San Antonio Oeste.
Allí se producen distintas variedades de un aceite de oliva extra virgen que es reconocido como uno de los mejores del país y puede ser adquirido y enviado hacia cualquier punto de Argentina mediante su página web: https://familiakanje.ar/.
A su vez, desde enero de este año Kanje cuenta con su propio punto de venta en el establecimiento, desde donde también ofrecen visitas a sus instalaciones a fin de recorrer todo el proceso de producción del aceite de oliva para culminar degustándolo en acompañamiento de seleccionadas delicias regionales.
Visitar hermosas playas agrestes ¡tiene mucho sentido!
Cuando se busca una alternativa a las concurridas costas de Las Grutas para pasar el día, al sur del balneario existe un gran número de playas agrestes y atractivos, dentro de las cuales destacan, El Sótano, El Cañadón de las Ostras y el Fuerte Argentino, tres rincones que permiten conocer la riqueza ecológica de la costa rionegrina.
A 20 kilómetros del centro de la villa balnearia nos encontramos con El Sótano, un hermoso lugar que se distingue por las cavernas que se abren paso entre los acantilados, un espacio donde antiguamente los pulperos dejaban las capturas del día para que se mantuvieran frescas y hoy llama la atención de todos los y las visitantes que arriban al lugar para sacarse una foto muy particular.
Dos kilómetros más adelante, transitando sobre la costa en vehículos doble tracción, se encuentra el Cañadón de las Ostras, una apacible y hermosa playa que debe su nombre al importante yacimiento de ostras fosilizadas y cristalizadas que se encuentra en el lugar, de las cuales algunas datan de entre 10 y 15 millones de años de antigüedad.
Avanzando unos 20 kilómetros más se llega al Fuerte Argentino, una imponente meseta de 6 kilómetros de ancho y 192 metros de altura que hace de hogar a una flora y fauna única y que se ha caracterizado por sus memorables mitos, los cuales cuentan que los templarios escogieron el lugar para esconder sus tesoros incluso antes de la llegada de Cristóbal Colón a América, entre los que se encontraba, según dice la leyenda, el Santo Grial.
Vislumbrar postales únicas en un paisaje blanco ¡tiene sentido!
A sólo 50 kilómetros al oeste de Las Grutas se encuentra un infinito oasis de sal que conforma un maravilloso atractivo plagado de misterios que vale la pena visitar. Conformadas hace millones de años por la evaporación de las aguas del mar que cubrían el lugar, las del Gualicho son una de las salinas más extensas del país con 35 kilómetros de ancho y 18 de largo y, además, se consideran unas de las más importantes a nivel industrial en Sudamérica.
El impactante escenario blanco invita a observar uno de los atardeceres más mágicos que cualquier ser humano pueda ver en su vida, gracias a los contrastes del cielo con el rosado de las salinas que está generado por una bacteria que es fundamental para la producción de la sal, generando la posibilidad de presenciar impresionantes vistas panorámicas obteniendo unas fotografías únicas por la belleza del lugar o, simplemente guardar las imágenes en la memoria para no olvidarlas jamás.
Para llegar al lugar, se recomienda hacerlo a través de la contratación del servicio en con prestadores turísticos locales, ya que el acceso al público de manera particular se encuentra restringido debido a que se trata de un lugar donde se explotan recursos, por lo que es importante cuidar la integridad física y seguridad de quienes las visitan en las salidas guiadas que se realizan en cualquier época del año.
En el caso de Tritón, una de las empresas turísticas, invita a sus pasajeros a conocer la historia de la actividad minera en el Museo de la Sal situado en el ingreso al predio. Allí se brinda una recorrida autoguiada que refleja la evolución del proceso extractivo, las leyendas que circundan alrededor del nombre del lugar y hasta fotografías de los más fantásticos atardeceres en las salinas.
Tanto los safaris por las playas como la visita a Salinas del Gualicho pueden contratarse en Las Grutas, a través de las empresas turísticas locales como el caso de Ocasión Turismo (Leg. 10500), Desert Tracks (Leg. 17793) y Tritón que realizan estas actividades durante gran parte el año.
Podés conocer todos los detalles de cada una de estas alternativas en sus páginas web: Ocasión Turismo (http://www.ocasionturismo.com.ar/), Desert Tracks (https://www.deserttracks.com.ar/) y Tritón que puede encontrarse en redes como @triton.lg.