En medio de una emergencia pesquera que ha dejado a los pescadores artesanales de San Antonio Oeste sin actividad durante un año calendario, el sector se encuentra buscando soluciones para afrontar la crisis y establecer medidas que garanticen la sostenibilidad a largo plazo.
En esta búsqueda de alternativas, se ha conformado la «Asociación Civil de Pescadores Artesanales Propietarios,» una entidad que busca brindar una estructura legal al sector y mejorar su capacidad de gestionar acciones y medidas para la actividad.
Esta asociación, que está en proceso de obtención de su personería jurídica, representa a sesenta y un lancheros, un subconjunto de los casi cien permisionarios autorizados a operar en el golfo San Matías. Enrique Horacio Dowbley asume la presidencia de la entidad, mientras que la comisión directiva se completa con destacados miembros, incluyendo a Carlos Leuze, Sergio Arroyo, Alexis Houvardas, Patricia Painenao, Alejandro Piattoni, Carolina López, Agustín Chazarreta, Luis Aravena, Julio Namuz, Jonatán Padilla y Gustavo Pisto.
Hasta ahora, los pescadores artesanales operaban en una estructura casi informal, eligiendo representantes del sector, pero sin una base legal sólida. La propuesta de formalizar la organización surgió de autoridades estatales, lo que llevó a la creación de esta asociación civil. La intención es que esta estructura legal permita al sector llevar a cabo gestiones más efectivas y tramitar acciones que beneficien a la actividad pesquera.
La «Asociación Civil de Pescadores Artesanales Propietarios» ha comunicado su formación a la Subsecretaría de Pesca de Río Negro y asumirá la representatividad del sector. Además, en el marco de la emergencia pesquera en la provincia patagónica, los pescadores artesanales de San Antonio Oeste han comenzado a inscribirse en el Registro Nacional de Organizaciones de la Agricultura Familiar (RENAF), lo que les permitirá acceder a ciertos beneficios, como la exención del arancel anual de SENASA para cada embarcación.
La principal preocupación de los pescadores artesanales es recuperar los niveles de actividad que tenían en años anteriores, ya que han estado completamente paralizados durante un año. La falta de recursos pesqueros, en medio de una emergencia, pone en peligro su subsistencia. Aunque algunas lanchas han comenzado a buscar recursos, los gremios buscan limitar su actividad.
En cuanto al impacto de la flota artesanal en los recursos, los representantes del sector argumentan que su pesca no es la principal causa del problema. «Un día de pesca del sector son 200/300 cajones. Con tantos días de mal tiempo, en un mes la pesca artesanal sacó 1000 cajones. No somos nosotros los que dañamos al recurso», señaló Dowbley a Revista Puerto.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones es la falta de información sobre la situación biológica del golfo San Matías. Dowbley lamentó que las campañas de investigación del INIDEP se estén demorando, lo que hace que la pesca sea prácticamente a ciegas. El sector espera que se realicen campañas de investigación que proporcionen datos precisos y previsibilidad, lo que es crucial para la sostenibilidad a largo plazo del sector de la pesca artesanal en San Antonio Oeste.
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