El Gobernador reconoció la profunda crisis de la Salud Pública y hospitalaria en la Provincia. Dijo que la cuestión llevó a la renuncia de la ministra Ana Senesi y la dificultad de conseguir un reemplazante, como ocurre en el hospital de Bariloche, donde Leo Gil sigue en funciones. El contexto económico nacional no permite avizorar una solución.
El gobernador Alberto Weretilneck reconoció la profunda crisis que transita la Salud Pública y los hospitales en la Provincia, y que en los nueve meses de gestión que lleva al frente del Ejecutivo provincial no logró «poner en marcha políticas de salud» diagramadas, que necesita Río Negro.
«Por más que pongamos plata, plata, y más plata, la calidad de atención no mejora. Tenemos un grave problema económico financiero. Es un contexto complejo y un problema estructural del que queremos salir en un esquema conjunto con el sector privado, con mayor eficiencia en la compra de medicamentos e insumos», sostuvo en diálogo con el programa Engranaje de Radio Seis.
Dijo que este contexto es lo que llevó a la renuncia de la ministra Ana Senesi y la dificultad de su reemplazo
«De todos modos es mucho más que un cambio de nombres, es un problema estructural que arrastra la Provincia, agravado por cuestiones coyunturales, la inflación, los costos de insumos y medicamentos con valores muy por encima de la inflación, en especial los oncológicos. La crisis económica nacional impacta mucho en la gente, y el sistema de protección social deja de funcionar. Nuestros hospitales tienen una mayor demanda por la crisis de las obras sociales y las perdidas puestos de empleo, todo impacta en la salud pública», agregó.
Describió otros problemas estructurales propios como la «complejidad del sistema de compras, que es antiguo», y la dificultad para conseguir profesionales. «Tenemos un problema porque los sueldos no son atractivos y se suma la competencia de otros lugares, como Vaca Muerta», dijo.
«Los reemplazos de funcionarios son un tema delicado, no se puede tomar a la ligera. Los que llegan deben saber encarar una línea clara, llevar adelante un proyecto de salud, una estrategia sanitaria, un buen vínculo con el sector privado, las personas con sus liderazgos marcan el éxito o no de las políticas», dijo, aunque estimó que la próxima semana podría haber novedades.
Como el reemplazo de Senesi, Weretilneck también evaluó complicado el relevo de Leonardo Gil en la Dirección del hospital de Bariloche, quien sigue en funciones, y el ingreso de médicos en los hospitales de San Antonio Oeste y El Bolsón, que debieron cerrar áreas por la baja de personal.
«Todas estas complejidades hacen que no logremos poder poner en marcha las políticas de salud que necesitamos. Estamos cruzando el río y es un momento difícil», sostuvo.
IPROSS
Weretilneck aseguró, en cambio, que están avanzando con la solución de los problemas con IPROSS, donde también enfrenta un diagnóstico crítico, del que responsabilizó en parte a la anterior gestión, de la gobernadora Arabela Carreras, que dejó una deuda de $10.000 millones.
«Estamos avanzando, mejoramos con las medicaciones del invierno, avanzamos también con los prestadores. Estamos con los gastos mes a mes. Los insumos médicos y medicamentos aumentaron más que la inflación, hay aumentos de más del 200% en los costos, y tenemos que ser más eficientes en eso», agregó.
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