La secretaria de Hacienda de la Municipalidad de San Antonio Oeste, Micaela Arruabarrena, brindó un detallado panorama sobre la situación financiera del municipio, el comportamiento de la recaudación durante el año en curso y las proyecciones presupuestarias para 2026, en un contexto económico nacional y provincial marcado por la caída de ingresos y la retracción del consumo.
En primer lugar, la funcionaria destacó los beneficios del pago anual anticipado de tasas municipales, que este año contempla descuentos del 25% y del 15%. Arruabarrena explicó que, si bien el porcentaje puede parecer bajo para algunos contribuyentes, el beneficio real es mayor, ya que quienes optan por esta modalidad no solo acceden al descuento, sino que también evitan los aumentos que se producen a lo largo del año.
“Cuando los porcentajes de actualización son tan altos, se complica sostener el pago mensual. En cambio, el pago anual permite congelar el monto y esquivar las actualizaciones que se van dando según la variación del UTR”, señaló. En ese sentido, recordó que la impositiva municipal se ajusta periódicamente y que el pago anticipado ofrece previsibilidad tanto para el vecino como para el municipio.
Recaudación dispar y caída en sectores clave
Consultada sobre el nivel de recaudación general, Arruabarrena reconoció que la situación es compleja, no solo en San Antonio Oeste sino en la mayoría de los municipios del país. “Basta con salir a la calle y ver el comportamiento de la economía. Cuando los ingresos son acotados, la gente empieza a resignar algunos pagos y, muchas veces, las tasas municipales son de las primeras que se atrasan”, explicó.
En números concretos, la tasa retributiva de servicios registra una recaudación que oscila entre el 45% y el 55%, dependiendo de la zona. Sin embargo, otros rubros muestran niveles mucho más bajos. “Todo lo que tiene que ver con la pesca tiene una recaudación muy baja, en el mejor de los casos ronda el 10%, y eso está directamente relacionado con la emergencia que atraviesan ciertas economías regionales”, indicó.
Recursos limitados y fuerte dependencia de ingresos corrientes
La secretaria de Hacienda también se refirió a la estructura de ingresos del municipio, remarcando que las principales fuentes de financiamiento son las rentas generales —compuestas por tasas municipales y otros ingresos corrientes— y los recursos de capital.
En este último punto, fue clara al señalar que los ingresos por transferencias de capital han disminuido notablemente. “Desde el nuevo gobierno nacional no se reciben fondos de Nación. Hoy los recursos de capital se reducen básicamente a la venta de terrenos y a transferencias específicas para obras puntuales, como la que se está ejecutando actualmente en cloacas”, detalló.
Respecto a la venta de tierras municipales, Arruabarrena explicó que para 2026 se estimó el mismo nivel de ingresos que en 2025, dado el comportamiento actual de ese rubro. “No estamos proyectando un crecimiento porque la realidad del mercado no lo indica”, afirmó.
Presupuesto: previsión y prioridades
La funcionaria subrayó que el presupuesto municipal es una herramienta de previsión y no una fotografía exacta de lo que ocurrirá. “Presupuestar es suponer lo que puede llegar a suceder financieramente el año siguiente, en base al comportamiento de los últimos años. Después, la realidad puede obligar a realizar cambios de partidas”, explicó.
En ese marco, sostuvo que cuando los ingresos son muy ajustados, el municipio se ve obligado a establecer prioridades. “Puede suceder que se proyecten determinadas obras, pero surjan imprevistos en edificios propios o en infraestructura que demandan sumas significativas. Eso obliga a postergar otras cosas”, indicó.
Para 2026, el presupuesto prevé alrededor de 15 mil millones de pesos destinados a salarios. Arruabarrena explicó que este gasto se cubre con ingresos corrientes, aunque reconoció que la coparticipación provincial viene cayendo. “Observando las últimas liquidaciones, la coparticipación ha caído al menos un 15%”, afirmó.
Además, señaló que dentro de los conceptos coparticipables, las regalías también muestran una proyección a la baja para 2026, incluso por debajo de lo percibido en 2025. “No solo no crecen al ritmo de otros gastos, sino que directamente decrecen”, advirtió.
Inflación, gastos y servicios públicos
En cuanto a la inflación prevista, Arruabarrena explicó que el presupuesto no fija un índice único, sino que trabaja con estimaciones según cada concepto. “En términos generales, se calculó un aumento cercano al 20%, aunque sabemos que las proyecciones nacionales y provinciales suelen quedar por debajo de la realidad”, señaló, recordando que en 2025 la inflación real casi duplicó la estimada inicialmente.
Respecto a las mayores erogaciones del municipio, indicó que, además del gasto en personal, los servicios públicos representan una porción muy significativa del presupuesto. “La recolección de residuos, el riego, el alumbrado y todo lo vinculado a servicios públicos demandan una erogación muy alta, en gran parte asociada al uso y mantenimiento de maquinaria”, explicó.
A esto se suma una particularidad local: la existencia de tres centros urbanos, lo que encarece la prestación de servicios. “La programación de la recolección, por ejemplo, debe contemplar zonas y horarios distintos en cada localidad, y eso eleva aún más los costos, especialmente en temporada”, agregó.
Nuevas expectativas, pero sin proyecciones cerradas
Finalmente, Arruabarrena se refirió a las expectativas vinculadas a la posible instalación de nuevas actividades económicas en la zona, como empresas de servicios e iniciativas relacionadas con la gestión de residuos. Si bien reconoció que existen conversaciones y movimientos concretos, fue prudente a la hora de incorporarlos a las proyecciones financieras.
“Sobre economías que todavía no están instaladas es muy difícil estimar ingresos. Yo sé cuánto puedo llegar a cobrar por tasas retributivas, puedo proyectarlo con cierto margen, pero sobre actividades que aún no están en marcha no se puede trabajar con certezas”, concluyó.
No obstante, destacó que el municipio mantiene expectativas positivas y que, a medida que esas actividades se concreten, deberán integrarse al sistema tributario local. Mientras tanto, desde Hacienda invitan a los vecinos a informarse sobre las opciones de pago anual y a realizar consultas para aprovechar los beneficios vigentes.


