A 116 años de la punta de riel en San Antonio Oeste: nacía el sueño ferroviario

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- imagen archivo Museo Municipal




HISTORIAS SANANTONIENSES. El 15 de noviembre de 1908, el futuro de nuestra localidad comenzó a trazarse sobre rieles. Ese día se iniciaron los trabajos bajo la dirección del ingeniero Guido Jacobacci.


Casi tres meses antes, el 28 de agosto de 1908, se sancionó la Ley Nacional de Fomento para los Territorios Nacionales N.º 5559, que ordenaba “estudiar, construir y explotar” la línea ferroviaria Puerto San Antonio – Nahuel Huapi.
Ya fuera como consecuencia del ímpetu con el que crecía el pueblo o como un artilugio de su destino, esta imprevista y trascendental ley nacional dejó una huella imborrable en la historia de San Antonio Oeste.
En aquel entonces, apenas habían pasado un par de años desde que los primeros pobladores se habían radicado en el nuevo emplazamiento, tras su éxodo del Este hacia el Oeste. La Dirección Nacional de Tierras ni siquiera había concluido los estudios para el trazado del naciente pueblo.
Héctor Izco, en su libro, señaló: “De repente, el progreso se abalanzó sobre el pueblo incipiente”. El 13 de noviembre de 1908 desembarcó en San Antonio la primera comisión de ingenieros del ferrocarril, bajo la dirección de Guido Jacobacci y la subdirección de Carlos Brebbia.
Tan solo dos días después, llegó desde Buenos Aires el primer vapor cargado con rieles, durmientes, accesorios y un contingente de 110 hombres. Ese 15 de noviembre de 1908 se dio inicio formal a los trabajos.
A fines de ese mes, el número de operarios ya había crecido exponencialmente y los barcos con materiales no dejaban de arribar al puerto. Todo ocurrió con tal rapidez que, antes de finalizar 1908, se colocó la primera punta de riel en el kilómetro 1.
Fabricio Vega, historiador del ferrocarril, comentó en uno de sus escritos: “La primera estación o punta de rieles del FFCC fue ubicada en el puerto, sobre la caleta, y recibió el nombre de ‘Puerto San Antonio’. En esos tiempos, el ferrocarril avanzaba a pasos agigantados, colocando 600 metros diarios de vías férreas, aunque las obras se complicaban por la falta de agua y la gran cantidad de personal empleado”.
Durante los primeros años, los materiales llegaban por mar a San Antonio, donde se construyó un nuevo muelle. Este pronto fue rodeado por depósitos, talleres del ferrocarril y una estación provisoria.
René Lefebvre, en su libro “Mi querido Puerto San Antonio”, publicado en 1977, escribió: “Se ha dicho muchas veces, y aún se dice, que San Antonio es un pueblo ferroviario, nacido del ferrocarril. Y es completamente equivocado: acabamos de ver cómo nació realmente San Antonio: nació del mar, nació puerto…”.
Fue en este crucial momento de la historia cuando el ferrocarril irrumpió, dejando una marca indeleble en el devenir de San Antonio Oeste.

  • Imagen gentileza Museo Casa de Jacobacci

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