A un año de la muerte de Jairo de Mora, una multitud acompañó la inauguración de la ermita en honor a la Virgen de Guadalupe





Este viernes 25 de mayo, al cumplirse un año del fallecimiento del pequeño de siete años Jairo Rodrigo de Mora, se inauguró la ermita con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Procedió a la bendición en la ceremonia religiosa el sacerdote Juan Lee. Acompañaron las autoridades locales, vecinos, familiares y allegados como también miembros de la comunidad en general.
Esta ceremonia religiosa comenzó con una corta peregrinación con los padres y hermanos del pequeño Jairo, el sacerdote y monaguillos cargando la Santa Cruz, también el equipo de futbol infantil “Barrilete Cósmico” del cual participaba el niño De Mora y junto a vecinos de la familia.
Los familiares colocaron una placa recordatoria por este aniversario en el interior de la ermita, también como pequeño homenaje el equipo de futbol infantil “Barrilete Cósmico” entregó un presente y un ramo de flores. Por otro lado, el grupo de niños catequistas realizaron la representación teatral de la historia de la Virgen de Guadalupe. También se recordó que todos los sábados a las 15:00 Hs. se rezara el Santo Rosario en este lugar.

El momento emotivo fue el testimonio de la mamá de Jairo, la Sra. Cecilia López:
“15 de agosto del 2017: hoy me levante inspirada para escribir solo algunas palabras de cómo era Jairo” agregó “Jairo con tan solo 7 años, era maravilloso porque conocía y lo quería a Jesús. Era un niño que quería estar siempre con otros chicos. Jugaba a la pelota siempre, era el N° 5 del equipo. Era el líder de la cancha”.
“Frente a nuestra despensa siempre había chicos jugando con él. Era un niño muy sentimental, cuando lo corregíamos le corrían las lágrimas, al rato me decía te quiero mucho. A los hermanos siempre los saludaba diciendo paz y amor. Era muy cariñoso con todos y como todo niño bastante travieso. Sacaba cosas de la despensa para dárselas a sus amigos, le preparaba chocolatada, pan con dulce para invitarle; a veces yo le decía basta porque todos los días era lo mismo a lo cual él me respondía tienen hambre mamá. Cuando me decía a si mi corazón latía tan fuerte por sentir su gran amor por sus amigos”.
“Dormía en nuestra habitación porque tenía miedo de estar solo, dejábamos la luz prendida y la puerta abierta hasta que él se dormía. Antes de acostarse, se arrodillaba al lado de nuestra cama, juntaba sus manitos, cerraba los ojos y rezaba. Decía que pedía por sus hermanos y por cada uno de nosotros y así cuantas cosas bonitas que nos dejó.”
“El 25 de mayo de 2017, Dante cumplía 50 años de vida y a la vez cumplíamos 25 años de casados. Para nosotros llegar a esto fue un momento maravilloso” añadió “le pedí al sacerdote que nos diera la bendición junto a nuestros cincos hijos, familiares y amigos en ese momento, sin que nadie le diga nada, Jairo se presentó al lado del padre y nos entregó los anillos, al finalizar la bendición nos mira, hace la señal de la cruz, y eleva un beso al cielo. Ese gesto quedo marcado en mi corazón. Vivía uno de los momentos más importantes de mi vida”.
“Al día siguiente nos volvimos a reunir con familiares, amigos y vecinos como hacen muchas familias para compartir lo que había quedado. En un momento Jairo me pide permiso para ir a jugar afuera, como lo hacía todos los días con sus amigos. Pero ese ratito se hizo eterno”.
“Que tormenta… parecía que mi vida se acababa, nunca imagine que nos podía pasar algo así… es inexplicable e incomparable el dolor, la angustia, el desconsuelo. Es muy duro VER TAMBIEN A MIS HIJOS, MI ESPOSO, TRSITES Y SIN CONSUELO más me desesperaba… una multitud nos acompañó sin consuelo. Hoy no me alcanzan las palabras para agradecer a todas las personas que nos acompañaron, dándonos un abrazo, una palabra de aliento”.
“Hoy 26 de septiembre de 2017: sigo… el vacío está presente y siempre lo estará, ese lugar nadie lo reemplazará. Él está presente junto al altar del Señor como un ángel; le doy gracias al Señor por darme las palabras justas para consolar a mis hijos, por darme unos padres tan fuertes y valientes y brindarme toda la fortaleza para seguir… solo una divina persona nos puede ayudar y transformar nuestros corazones, su nombre es Jesús. Él nos da PAZ, FORTALEZA Y AMOR. No sabemos cuándo nos tocara cargar nuestras cruces, solos no podemos. Necesitamos la ayuda de DIOS y la ternura de nuestra MADRE la Virgen María. Si abrimos nuestro corazón y nos dejamos ayudar podremos experimentar la Paz de Jesús que camina junto a nosotros”.
“En el lugar de su partida decidimos colocar una imagen de la Virgen María para que su presencia siempre bendiga ese lugar. También le pedí que ella tomara a mi hijo entre sus brazos maternales y lo lleve a Jesús”.
“Pasaron los días… en ese lugar de oscuridad y tiniebla y de tormenta, se transformó en paz y seguridad. Es tanto en el dolor… caí varias veces, pero nuestra Madre me ayuda a levantarme y a seguir… me pongo en el lugar de tantas madres que veía pasar por esto y nunca me imaginé que yo podía ser una de ellas. Hay momentos que nuestra cruz se hace tremendamente pesada y nos cuesta soportarla. Solo mirando la cruz de nuestro SEÑOR es que podemos entender cuanto nos ama, que dio su vida por nosotros”,
“Hoy estoy de pie porque estas palabras me levantan, JESÚS nos dice en su palabra: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA EL QUE CREE EN MI NO MORIRA JAMAS”
“EL QUE QUIERA SEGUIRME TOME SU CRUZ Y ME SIGA….”

“15 de noviembre del 2017: tuve un día muy triste y en medio del dolor le pregunté a Dios. ¡¡¡Dios mío que me pasa!!! ¡¡¡Dios mío que me pasa!!! También me acorde de nuestra Madre y le pedí que me levantara de esa cama y así fue al rato me levante y sentí que estaba a mi lado y ahí fue donde sentí que tenía que hacer algo para agradecerle tanto cariño; fue ahí donde nació la idea de hacer una gruta en donde corriera el agua, en forma de cascada como signo de vida, y la imagen de Virgen María, como Reina y Madre de todo lo creado”
“Para que todo el pueblo la tenga presente y pueda refugiarse en ella en los momentos difíciles.”
“Hoy el mensaje que queremos dejar como familia creyente, que aunque hoy veamos todo gris, todo nos entristezca y que por momentos no vemos la salida. Podemos decirles que hay una luz, un refugio seguro y es el corazón inmaculado de la Virgen María”.
“Estamos llamados a levantarnos, ponernos de pie, a nacer de nuevo. Por el amor que nos sostiene” – Cecilia López, Mamá de Jairo-

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