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Adopción definitiva: encontró el amor familiar en Bahía Blanca

Una niña de una ciudad de la zona atlántica, de 12 años, tendrá la posibilidad de crecer en una familia tras su adopción definitiva por parte de una pareja de Bahía Blanca.


Previamente, la niña enfrentó diversas vulneraciones de derechos dentro de su familia biológica. Por ello, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), tras haber agotado todos los intentos por mejorar ese vínculo, propuso al Juzgado de Familia que se declarara su situación de adoptabilidad. La jueza tomó esa decisión y comenzó así el proceso judicial para hallar una familia que pudiera cubrir las necesidades de la niña, de acuerdo con sus circunstancias y prioridades.
Los actuales padres supieron que la niña estaba en adopción a partir de una Convocatoria Abierta difundida por el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de Río Negro, a través del área de Comunicación Judicial y sus canales de difusión.
En los informes de la SENAF se observó que “es un recorrido vincular que la ha afectado emocionalmente, pudiendo en esta ocasión reconocer que se siente diferente, expresando su comodidad y su deseo de manera genuina, comprendiendo los procedimientos administrativos”. También se informaron avances en su educación, en el habla, en su desarrollo y en su conducta, con el acompañamiento de sus actuales padres, por medio de la comprensión, la paciencia y el respeto por su historia.
Entre otras cuestiones, se señaló que el equipo técnico ha estado en permanente comunicación con la familia y la niña, a través de visitas a su nuevo domicilio en Bahía Blanca, comunicaciones telefónicas, videollamadas y grupos de WhatsApp.
Sobre la salud de la niña, detallan que está completamente atendida por una red de profesionales competentes en las áreas de psicología, psicopedagogía y fonoaudiología.
En el ámbito educativo, informaron que la niña asiste a 6.º grado y se traslada de manera independiente junto con la nieta de la madre, que convive con ellos. Indicaron que la niña es apoyada académicamente por su maestra de apoyo a la inclusión (MAI) y que la familia la estimula con juegos de mesa como herramienta de aprendizaje. También colabora voluntariamente con los quehaceres de la casa y asiste a un taller de cocina para niños como actividad extracurricular.
Finalmente, el equipo técnico mencionó que la niña expresó su deseo de permanecer en el grupo familiar, que se siente a gusto con la ciudad, cómoda y disfruta de su cotidianidad, la escuela, sus actividades recreativas y que reconoce vínculos afectivos con su nueva familia.
Por su parte, el Equipo Técnico Interdisciplinario Interviniente (ETI) adjuntó fotos de la niña con la familia que solicita su adopción, las cuales demuestran el vínculo cercano que han construido, su organización escolar, sus cuidados alimenticios, su vestimenta y su imagen personal, los paseos recreativos, los festejos de cumpleaños, las amistades, la cocina en familia y, finalmente, su identificación en la escuela, evidenciada por la escritura de su nombre y apellido en su cuaderno, coincidente con su nueva familia como grupo de pertenencia.
La niña manifestó la denominación que pretende llevar de aquí en adelante y mostró una inscripción en su cuaderno donde firma con el apellido de su madre, al igual que su hermano.
Se evidenció el avance de la niña desde que se encuentra al cuidado de esta familia, su desenvolvimiento en la vida diaria y la relación afectuosa que mantiene con sus adoptantes y su hermano.
La jueza concluyó la sentencia: “No puedo dejar de resaltar que este cierre, la adopción de M. por parte de esta familia, es sin duda reparador y amoroso, ya que permite mostrarle a la niña que otra vida es posible: una vida rodeada de afecto, alejada de las instituciones y del abandono que debió sufrir; una vida en la que es prioridad y en la que ocupa el lugar de niña que le corresponde”.

Las palabras de la jueza para la niña

“Querida M., llegó el momento de decirte que A. y S. ya son tu mamá y papá legalmente, por lo que forman una familia con E. y tu sobrina P. También quiero aclararte que sos parte de sus familias, por lo que, cuando visites S. para ver a tu abuela y tío, podés sentirte como en casa”.
Continuó la magistrada: “A partir de ahora, vas a tener un nuevo documento con el nombre que elegiste, y esto se va a reflejar en los boletines de la escuela, diplomas, inscripciones a los talleres, consultas médicas, etc.”
Por último, le dijo: “Te deseo toda la felicidad que merecés junto a tu nueva familia, que sigas comprometiéndote con tus estudios, que sigas haciendo las actividades que te gustan, como cocinar, jugar con tus amigos y mascotas, pasear por Bahía Blanca y por los lugares que visiten juntos en las vacaciones, aunque también portándote bien y siguiendo los buenos consejos que te den tus padres”.

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