Aguas Rionegrinas, bajo la gestión de su gerente general, Javier Iud, anunció un nuevo programa de distribución de agua potable en sectores remotos de la provincia, donde los habitantes carecen de acceso a agua potable.
Este servicio, que comenzó en Las Grutas, incluye la entrega de 10.000 litros de agua en camiones cisterna y busca beneficiar tanto a viviendas individuales como a sectores industriales situados fuera de los centros urbanos.
“El día de hoy comenzamos con la venta de agua en bloque en camiones. Es un sistema dirigido a sectores alejados de las zonas urbanas, como la zona sur de Las Grutas y Piedra Colorada. Este es un paso importante hacia la eficiencia y autosuficiencia financiera de la empresa, que además busca mejorar los servicios en toda la provincia”, señaló Iud en una entrevista en Canal 10.
El sistema funciona de manera simple y moderna: los usuarios solicitan el servicio por teléfono o WhatsApp, acuerdan la hora de entrega y realizan el pago mediante un código QR o transferencia bancaria. Cada viaje tiene un costo de $75.000 e incluye la descarga de 10.000 litros de agua, volumen mínimo estipulado para optimizar la operación.
“La logística está diseñada para ser eficiente y transparente. El camión cisterna puede descargar el agua hasta 15 metros del lugar donde se estaciona, utilizando motobombas para facilitar la entrega”, explicó Iud.
Además de cubrir la demanda en viviendas alejadas, Aguas Rionegrinas planea expandir este servicio a otras localidades del Alto Valle a partir de marzo y explorar oportunidades como el abastecimiento de agua a la industria petrolera en áreas rurales.
“Buscamos ser una empresa estatal eficiente que no solo cubra costos, sino que también genere recursos para reinvertir en infraestructura y maquinaria. Este proyecto refleja nuestra visión de ofrecer un servicio mejorado a los usuarios”, destacó el gerente general.
Javier Iud destacó que la estrategia también apunta a fortalecer el sistema de agua potable residencial. Subrayó un cambio cultural en los usuarios: “La gente no quiere un servicio barato y deficiente. Prefiere pagar lo que corresponde a cambio de recibir un suministro constante y de calidad. Esto nos ha permitido aumentar significativamente la recaudación y sanear financieramente la empresa, abriendo paso a inversiones necesarias para garantizar un mejor servicio”.