La joven boxeadora Agustina Figueroa, de 15 años, será la representante de San Antonio Oeste en el Campeonato Nacional de Cadetes, que se disputará del 3 al 7 de diciembre en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires. Con determinación y una historia de esfuerzo personal, la deportista local se prepara para vivir su primera experiencia en un torneo de esta magnitud.
Agustina contó que comenzó en el boxeo como un camino para mejorar su salud. “Empecé para bajar de peso. Como era muy gordita, estaba pesando unos 72 kilos. Me mandaban al doctor, a la nutricionista, la maestra también me insistía. Lo tomé por una cuestión de salud y estética”, recordó. Sin embargo, lo que inició como una recomendación médica terminó convirtiéndose en una verdadera pasión. “Después me fue dando ganas de subir al ring”, relató la joven, quien practica desde los 12 o 13 años.
La deportista remarcó que ser mujer en este deporte implica desafíos particulares. “Es medio complicado cuando somos mujer, porque están más los protectores y eso. Somos más sentimentales”, comentó entre risas, aunque dejando claro que nada la detiene a la hora de entrenar y competir.
Con emoción, Agustina destacó lo que significa representar a su localidad. “Me emociona mucho, porque hubo una representación de mi pueblo y también de un colegio y medio, donde estaba casi toda mi familia”, expresó. Para ella, llevar los colores de San Antonio Oeste a un campeonato nacional es un orgullo y un sueño cumplido.
Respecto al certamen que se disputará en Azul, explicó que todo comenzará con el pesaje oficial. “Arrancamos el martes. Tenemos que estar en categoría y después van a sortear cuándo peleamos”, señaló. Será su primera participación en un Campeonato Nacional de Cadetes, donde solo hay una competidora de Río Negro en su categoría: “En mi categoría sí soy la única. Después veo a otra chica de Río Negro de Cipolletti en otra categoría, y de La Pampa otra”.
Figueroa también comentó cómo se organiza su viaje. Si bien la Federación cubre los gastos de alojamiento por tratarse de un campeonato oficial, la familia se encarga de trasladarla hasta Choele Choel, desde donde partirá junto a otros competidores y los dos técnicos designados —uno para la rama femenina y otro para la masculina— hacia Azul. “Entre todos mis familiares me ayudan”, señaló la joven, agradecida por el esfuerzo conjunto.
En su camino deportivo, Agustina tiene referentes cercanos: “No paré porque tengo tías que también están en el boxeo. Una es profesional y la otra dejó hace poco porque tuvo un hijo. Por ellas también sigo, porque me gusta este deporte”, explicó.
Antes de partir, dedicó un especial agradecimiento a quienes la acompañan a diario en su preparación: “Quiero agradecerle a mi entrenador Armando Ñuncucheo, a Estefanía Martínez, mi compañera, y a Gustavo Montiel por el espacio que nos da. También a los entrenadores de Las Grutas y a Candela, su pupila, que me ayudaba con los sparrings para prepararme. Sería Manu Box, de Las Grutas”, expresó.
