El drama de una mujer engañada: “Aun existe gente que le gusta vivir del esfuerzo ajeno” intentó alquilar una propiedad en Las Grutas, para enero, y vivió una verdadera pesadilla.
Se avecina la temporada de verano y, como viene ocurriendo en los últimos años, Las Grutas es uno de los lugares predilectos. Aquellos que ya tiene un panorama empiezan a buscar y un lugar al que recurre la gran mayoría es Facebook. Los grupos de compra y venta o también en uno muy conocido, que se llama Las Grutas alquileres temporales.
Sucede que allí se juntan todos: los honestos, que ofrecen un servicio fidedigno, y los estafadores, que ven esta época del año como una oportunidad. Ante esto, el reiterado pedido para que antes de hacer una reserva se informen bien, pidan la dirección, constatar si en esa ubicación hay una propiedad con Google Maps y en ese caso, buscar la manera si efectivamente está en alquiler, entre otras recomendaciones.
En este caso puntual, una familia de Ushuaia, hace un mes, escribió en ese grupo en el que se ofrecen y buscan alquileres que necesitaba una propiedad para 4 personas para la primera quincena de enero. Se ve que alguien se contacto con ellos y allí empezó una verdadera pesadilla que los hizo perder mucho dinero.
La contactaron de un número cuyo prefijo es 261, diciéndole que tenían cabañas disponibles y hasta le pasaron fotos. Aquí la primera pista que por no buscar pasó de largo. Los números que comienzan con 261 están vinculados a estafadores. Está claro que no todos los mendocinos se dedican a esto, pero el porcentaje de procedimientos desde un 261 es altísimo.
Datos para tener en cuenta: se puede googlear el número teléfono y ese procedimiento suele arrojar resultados que puede ayudar. Téngalo en cuenta.
Pero continuando con el caso, la mujer, de nombre Emilia, luego de recibir las imágenes de la cabaña, del complejo y de haber quedado encantada con eso y con el precio, no lo pensó más y alquiló. Le depositó la seña y desde ese mismo momento no supo más nada del supuesto dueño. “Es la primera vez que me pasa. Aun existe gente que le gusta vivir del esfuerzo ajeno, sabiendo lo caro que está todo y lo que a uno le cuesta irse de vacaciones”, se lamentó.
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