Un sector de la sociedad que vive a diario sin la conexión a la red de gas natural, afronta de otra manera el invierno, con una serie de consultas a familias ubicadas en diferentes barrios de Las Grutas, SAE y San Antonio Oeste, se pudo dimensionar los gastos y calidad de vida al calefaccionarse con leña, garrafas y lo limitado o imposible que puede ser el uso de electrodomésticos, para no intensificar el consumo de electricidad, también por su alto precio.
Las familias consultadas describieron que al no contar con el servicio de red de gas natural tienen un alto impacto en la economía del hogar, con ingresos mínimos y del día a día, los costos para calefaccionarse con leña tiene un mínimo de $6.000 al mes y de garrafa es de $1.700, en promedio se utilizan dos y solo para cocinar.
La tonelada de leña tiene un costo de $13.000, y por el precio se suele comprar media tonelada a un costo de $6.000 aproximadamente, su consumo puede variar entre un poco más de mes y dependerá del frío, lluvia o humedad.
En su mayoría, son familias sin trabajos estables con un costo diario de $510 en bolsitas de leñas a un precio de $170 cada una y solo utilizando 3 bolsas en un día o con una helada se pueden llegar a utilizar 6 bolsas. Además, se ha registrado hasta el consumo de 4 garrafas en un mes con días muy fríos en una familia numerosa, el costo de cada garrafa varía entre $700 y $900, y el tubo grande de gas tiene un costo de $3.800 que puede durar un poco más de tres meses.
El medio para calefaccionar y templar los ambientes de la vivienda puede variar en una salamandra o dos, algunas son de bajo consumo y ayudan al ahorro de la leña, y los de hogar a leña con pulmones que dan a las habitaciones compartidas. En todos los casos el uso de gas envasado, la garrafa se usa para cocinar y sólo ocasionalmente si no hubiera nada de leña para calentar el hogar.
La leña se compra a un particular donde cada familia se encarga de su realidad y necesidad, muchas veces con costos muy altos y difícil de afrontar, las formas más económicas para que no sea un golpe al bolsillo, es juntar troncos y maderas en el basural, o recurrir al reciclaje de la poda. En esta época del año, algunos carros de poda son conseguidos y repartidos entre los vecinos sin costo alguno, esto permite un ahorro de dos a tres días.
Es una realidad que este sector de la sociedad que se encuentra sin red de gas natural, tiene otras preocupaciones a parte de la epidemiológica, se le debe sumar que varias de las familias consultadas priorizan el plato de comida aunque sea una vez al día y restan por lo general la cena, que puede ser un té con pan casero y conseguir leña, es decir un tronco o una madera que simplemente sirva para arder o mantener encendida las brasas. Para estirar la leña y su uso, se enciende la salamandra por la madrugada hasta el mediodía que sale el sol y se prende de nuevo por la tarde cuando ya baja la temperatura, los últimos troncos se ponen antes de irse a dormir. En un caso de una familia integrada por adultos mayores y con una persona recuperada de covid-19 se mantiene encendido día y noche la salamandra, en ningún momento se apaga.
En su mayoría las familias no cuentan con movilidad, al consultar por las políticas públicas para tener acceso a la leña, todas indicaron que la secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad brinda la posibilidad de retirar 3 bolsitas de leña una vez a la semana y se debe retirar personalmente. A lo que respecta al consumo y ahorro solo sirve para un día, y si hace frío para una mañana o una noche.
Al observar los costos para calefaccionarse a leña y con el uso reducido de la garrafa solo para cocinar, que es cerca o más de la mitad de los ingresos familiares que varían en un mínimo de $8.000 a un máximo de $26.000, y la calidad de vida irá variando a partir de la realidad que cada familia afronte en gastos de comida o remedios. Pero, casi todos tratan de conseguir y reciclar madera del basural o de las podas, la otra contracara es que a veces no se consigue y han llegado a pasar frío.
El ahorro de la garrafa, se da cuando se cocina a leña y se utiliza algún electrodoméstico para calentar agua, puede llegar a durar un poco más de 20 días. La opción elegida es la leña, y para no intensificar la electricidad generando mayor costo, tratan de no utilizar calentadores eléctricos. En días de heladas y con bajas temperaturas que se mantienen, las posibilidades varían y hasta suman estar abrigados dentro de la vivienda, el gestionar la leña y acceder al calor se puede convertir en una barrera difícil de superar por muchas familias.