El cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENHOSA), anunciado por el gobierno de Javier Milei, ha generado preocupación en Río Negro, donde se avanzaba en importantes proyectos de infraestructura.
En San Antonio Oeste, se proyectaba el tendido de redes cloacales en varios barrios, como Ensanche Sur, Cruz del Sur, San Cayetano, El Progreso, Michelli y Esperanza. Además, se trabajaba en la ampliación del plan director de agua en Las Grutas. Con el pliego de licitación finalizado y una inversión inicial de 1200 millones de pesos quedará sin efecto ante la cancelación anunciada por el gobierno nacional.
Ante la incertidumbre generada por esta decisión, Javier Iud, presidente de Aguas Rionegrinas (ARSA), anunció que el gobierno provincial ha comenzado gestiones para encontrar alternativas de financiamiento para las obras en marcha como el plan director de aguas en Las Grutas.
Entre las opciones exploradas, se destacan las reuniones mantenidas con la Corporación Andina de Fomento (CAF), una entidad internacional similar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que podría aportar fondos para continuar con las obras en Bariloche y otras localidades.
«El ENHOSA ha sido fundamental para el desarrollo de la infraestructura hídrica en la provincia, permitiendo mejorar el acceso al agua potable y el saneamiento. En los últimos 30 años, ha colocado a Río Negro entre las provincias líderes en la prestación de estos servicios», destacó Iud. Según datos aportados por el presidente de ARSA, Río Negro es una de las tres provincias con mayor cobertura de agua, alcanzando el 98% de la población. En cuanto a las redes cloacales, su crecimiento ha sido notable, con un incremento del 35% desde 2011.
Aunque la paralización de las obras públicas es un hecho, Iud se mostró optimista respecto a las negociaciones con la CAF. «Es muy positivo y probable que pronto tengamos un anuncio favorable», afirmó, destacando que el gobernador de la provincia está comprometido en garantizar la continuidad de estos proyectos clave para el bienestar de las comunidades.
La cancelación del ENHOSA representa un duro golpe para el progreso en la infraestructura hídrica y sanitaria de la región, pero las autoridades confían en que se podrán encontrar alternativas que permitan continuar con las obras en beneficio de los rionegrinos.