El hospital de campaña fue pensado para reforzar la atención brindada a posibles pacientes con coronavirus ante la apertura turística. Pero como es sabido, recién llegó este lunes 25 y prácticamente estará disponible en dos semanas.
Los módulos fueron trasladados en camiones y durante la mañana de ayer se pudo apreciar al menos 15 camiones estacionados sobre las calles aledañas a la platea realizada por el gobierno provincial.
El edificio sanitario no se concretó durante la parte más fuerte de la temporada y podría estar terminado para el primer fin de semana febrero. Sin embargo, durante Carnaval, Semana Santa y la temporada de avistajes cumpliría un rol clave para no saturar las guardias de los hospitales locales.
Los hospitales modulares se distribuyeron considerando su condición turística. En Río Negro, tanto Bariloche como Las Grutas fueron seleccionadas como ciudades que necesitaban reforzar la capacidad de atención de los pacientes en el marco de la llegada de miles de turistas durante este verano. Así, la provincia fue destinataria de 2 de los 18 centros de salud de contingencia previstos por el Gobierno Nacional.
En Las Grutas, las obras dependientes del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia comenzaron en noviembre y, hasta la semana pasada, la empresa que también construye el nuevo hospital “Violeta Villalobos” continuaba con diferentes tareas.
En cuanto a la participación de Río Negro en la ejecución de la obra, el titular de la cartera provincial, Carlos Valeri, mencionó que “la Provincia se encarga de las bases, los exteriores, las conexiones de cada uno de los servicios y luego el Gobierno Nacional trae todo el equipamiento e instala en seco el hospital modular. También el Gobierno Provincial aportará el recurso humano para la atención de los pacientes”.
Sobre este último aspecto, aún no hubo detalles sobre cómo se distribuirá y reforzará al personal hospitalario. Se presume que serán de SAO y Las Grutas.
Asimismo, el equipamiento interno arribará para se colocado inmediatamente, posterior a la finalización del ensamblado, por ello la empresa contratista trajo electricistas, plomeros, albañiles, herreros y carpinteros metálicos que suman casi 50 personas.
