El comandante de Bomberos Voluntarios de Las Grutas, Damián Lavigne, informó que el cuerpo activo se encuentra desarrollando trabajos de desmoronamiento controlado en distintos sectores de los acantilados del balneario, una tarea preventiva que se ejecuta cada temporada para reducir el riesgo de desprendimientos de grandes rocas en zonas de alta circulación turística.
Lavigne explicó que, previo al inicio de la temporada, el cuartel realizó relevamientos operativos y un registro con dron sobre los puntos críticos del frente costero. Con ese material se elaboró un informe que fue elevado al Poder Ejecutivo Municipal, al Presidente del Concejo Deliberante y a la Secretaría de Ambiente, donde se detalló el estado de los sectores con mayor riesgo de derrumbe.
“El relevamiento se hizo con dron, fotos y video, y también con el aporte permanente del cuerpo de guardavidas, que nos marca los lugares donde ellos ven los riesgos más grandes. En base a eso, el municipio tomó la decisión de avanzar nuevamente con el derrumbe controlado”, señaló Lavigne.
Tareas manuales y sin maquinaria pesada
El comandante aclaró que los trabajos se realizan de forma manual o con equipos hidráulicos, debido a que no está permitido utilizar herramientas de vibración o maquinaria pesada en los acantilados. “Eso hace que sea un trabajo arduo, pero es la forma en que podemos colaborar desde la asociación en esta tarea preventiva”, puntualizó.
Lavigne detalló que en los últimos días se intervino en la zona de acantilados y hoy se trabajó entre la tercera y cuarta bajada. El operativo se retomará la semana siguiente, ya que durante el fin de semana habrá una pausa por cuestiones operativas.
Nuevos informes y documentación técnica
Consultado sobre estudios previos, Lavigne indicó que Bomberos elaboró un nuevo informe, con planimetría actualizada y material audiovisual completo. “Dejamos claro que nosotros no evaluamos la parte técnica, eso le corresponde al Estado. Pero sí mostramos la situación y el riesgo que vemos para las personas”, sostuvo. Incluso mencionó que ingenieros vinculados al cuartel colaboraron para analizar el peso de algunas rocas inestables: “Una piedra de dos metros puede superar los 2.500 kilos. Eso es lo que cae”.
El comandante recordó que en temporadas anteriores se utilizaba una escalera mecánica para trabajar en altura, pero actualmente ese equipo se encuentra en reparación. Por ello, Bomberos invirtió recientemente casi 15 millones de pesos en equipamiento de cuerdas y rescate en altura, que permitió planificar y ejecutar las tareas actuales.
La dotación destinada al operativo está compuesta por cinco operadores especializados, además de un operador responsable del soporte de comunicación y manejo del dron. El procedimiento requiere tres unidades y un sistema de registro audiovisual que será entregado a las áreas técnicas del municipio para su evaluación.
Transmisiones en vivo y aporte comunitario
Lavigne adelantó que Bomberos está intentando transmitir en vivo por YouTube el desarrollo del trabajo para que especialistas, autoridades o interesados puedan observar, evaluar y aportar sus consideraciones. “Ahora te paso el link porque es específico, lo compartimos con los medios para que se replique”, informó.
Asimismo, agradeció al personal voluntario que dejó sus actividades laborales para participar del operativo y remarcó que el objetivo es estrictamente preventivo: “Estos trabajos son caros, pero acá no debemos pesar el recurso económico. No hay costos que deba afrontar alguien en particular. Lo hacemos entre todos, porque disponer de la herramienta nos permite trabajar”.
La continuidad se evaluará día a día, dependiendo del clima y la disponibilidad del equipo. Tras el fin de semana largo, se retomarán los trabajos en otros sectores de los acantilados, en coordinación con el cuerpo de guardavidas y el área municipal correspondiente.
“Vamos a ver si mañana podemos continuar. Si el clima acompaña, seguiremos. Y la semana que viene avanzaremos con otros puntos críticos”, concluyó Lavigne.
