La crecida del arroyo Nahuel Niyeu, entre Valcheta y Ramos Mexía, complica el tránsito en la Ruta 23, afectando la conexión vial. La Policía provincial regula la circulación, mientras el gobernador Alberto Weretilneck criticó la falta de acción de Vialidad Nacional, que no ha reconstruido el puente destruido hace 10 años. Weretilneck señaló la desidia nacional como causa de los problemas actuales.
Un tramo de la Ruta 23 en Río Negro enfrenta serias complicaciones en el tránsito debido a la crecida del arroyo Nahuel Niyeu, entre Valcheta y Ramos Mexía. La Policía provincial trabaja en el lugar para regular el tránsito y garantizar la seguridad, recomendando circular con precaución y a baja velocidad.
La situación ha generado indignación en el gobernador Alberto Weretilneck, quien responsabilizó a Vialidad Nacional por el abandono del puente destruido hace 10 años sobre este arroyo. “Son diez años de promesas incumplidas y olvido. El puente de Nahuel Niyeu, clave para la conexión de la Ruta 23, sigue siendo una deuda pendiente con Río Negro”, declaró.
Weretilneck enfatizó que esta falta de acción por parte de los gobiernos nacionales ha tenido consecuencias graves para los habitantes de la región. “Hoy la ruta está cortada, y somos los rionegrinos quienes sufrimos las consecuencias de esta desidia constante. Basta de excusas, nuestra provincia no puede seguir soportando el abandono”.
La Ruta 23 es una vía estratégica para la comunicación en la región, y su estado actual refleja la urgencia de soluciones estructurales para evitar futuras interrupciones.