El proyecto impulsado por la concejala Vanesa Carmona, del Frente de Todos, fue aprobado por unanimidad en la última sesión legislativa.
La Agencia Municipal de Medio Ambiente, será la encargada de realizar un monitoreo para fiscalizar el estado general de los acantilados, el cual será presentado antes del 30 de septiembre de cada año.
También se aprobó el uso de cartelería identificatoria bajo normativa municipal, la cual especificará los lugares donde estará prohibido la circulación y permanencia de personas, a fin de evitar accidentes.
«Sabemos que los desprendimientos en los acantilados, son una cuestión preocupante. La cartelería actual, escueta y dañada, no llama a la conciencia cívica en cuanto a seguridad requiere; considero que esta ordenanza es un primer paso para remediar dicha situación», manifestó Carmona.