Este nuevo desmoronamiento ocurrió durante el día lunes. Las autoridades advierten que se deben respetar las indicaciones.
El hecho aconteció en la zona comprendida entre la bajada de Los Acantilados y La Rinconada, a unos 150 metros de cada una de las escaleras que dan acceso a las playas. Turistas que se encontraban muy cerca fueron testigos del suceso. Se especula que las mareas extraordinarias registradas durante el fin de semana podrían haber contribuido al desprendimiento de las rocas.
El derrumbe se produjo en un lugar donde los veraneantes no suelen establecerse. Precisamente, en ese sector, por encima de donde ocurrió el deslizamiento, hay médanos.
Cabe recordar que los Bomberos de la villa balnearia se encuentran abocados a la tarea de derribar sectores previamente analizados como puntos críticos, donde la concurrencia es masiva.
Al lugar asistieron los guardavidas como medida de prevención. Estos recuerdan a residentes y visitantes que no deben acercarse a los acantilados ni establecerse junto a ellos, respetando siempre los carteles de advertencia.
Este nuevo desmoronamiento ocurrió durante el día lunes. Las autoridades advierten que se deben respetar las indicaciones.
El hecho aconteció en la zona comprendida entre la bajada de Los Acantilados y La Rinconada, a unos 150 metros de cada una de las escaleras que dan acceso a las playas. Turistas que se encontraban muy cerca fueron testigos del suceso. Se especula que las mareas extraordinarias registradas durante el fin de semana podrían haber contribuido al desprendimiento de las rocas.
El derrumbe se produjo en un lugar donde los veraneantes no suelen establecerse. Precisamente, en ese sector, por encima de donde ocurrió el deslizamiento, hay médanos.
Cabe recordar que los Bomberos de la villa balnearia se encuentran abocados a la tarea de derribar sectores previamente analizados como puntos críticos, donde la concurrencia es masiva.
Al lugar asistieron los guardavidas como medida de prevención. Estos recuerdan a residentes y visitantes que no deben acercarse a los acantilados ni establecerse junto a ellos, respetando siempre los carteles de advertencia.
