En una semana inicia la quinta edición de esta carrera que recorre la ruta 23 y atraviesa los más increíbles paisajes de la provincia. El 4 de diciembre, a las 7 horas, más de 200 ciclistas partirán desde el Centro Cívico para unir la cordillera con el mar, en otra exitosa edición del Desafío 23, una competencia que propone atravesar la provincia en un recorrido único.
La carrera se divide en etapas, con un total de tres noches en ruta, con paradas en los pueblos de la Región Sur rionegrina. “Tenemos muy buenas expectativas, vienen corredores de todo el país, e incluso de Uruguay, Paraguay”, explicó Hernán Sportiuk, de la organización del evento, y destacó la llegada de personas de distintos destinos, ya que es una carrera compleja, “requiere de varios días, es diferente a otro tipo de eventos”, añadió.
Además, en este sentido, también se refirió a la logística en organización que requiere. Los corredores pernoctan en gimnasios o albergues de las localidades que se encuentran a lo largo de la ruta 23, y esto implica movilizar a un equipo importante de personas que se ocupan de las comidas, la atención y el acompañamiento de los participantes.
Al ser consultado sobre el motivo con el que inició la carrera, hace ya seis años, Sportiuk contó que comenzaron con la idea de marcar la inauguración del asfalto de la ruta 23, anunciado para esa fecha, cosa que nunca sucedió.
“Todo comenzó pensando en que en 2019, según lo prometido, iba a estar el asfalto. Conjuntamente con Provincia propusimos este evento para inaugurar y dejar instalado y que se conozcan los pueblos de la Línea Sur”, señaló y agregó que “Weretilneck nos dio su apoyo y empezamos a recorrer la ruta, a hablar con cada uno de los intendentes para organizar el Desafío”.
Actualmente, la carrera todavía tiene un tramo de 45 kilómetros de ripio (el sector que resta pavimentar de la ruta 23), en el primer día del recorrido, que a la vez, es el más duro, ya que implica 205 kilómetros de pedaleada hasta Jacobacci, no sin ingresar a los pueblos de Pilcaniyeu, Comallo y Clemente Onelli.
En la segunda jornada la competencia partirá desde este último punto hasta Los Menucos para posteriormente unir esta localidad con Valcheta. El último recorrido será entre la localidad valchetense y Las Grutas, donde los participantes atravesarán la línea de llegada rodeados de un imponente marco natural.
«Generalmente, hay viento a favor, eso favorece mucho. El año pasado hicieron 190 kilómetros en 5 horas y no lo podíamos creer», contó Sportiuk. En esta edición, esperan contar con buen clima que les permita, una vez finalizado el recorrido, «terminar con un chapuzón en el mar».
El Desafío 23 creció año a año y solo se interrumpió durante el año de pandemia, por razones de fuerza mayor. De todas maneras, el organizador remarcó que no es un evento que pueda convertirse en masivo, debido a la logística que implica y los lugares que se recorren. «Llegado el caso de tener un número muy grande de inscriptos, tendremos que analizar en dividirlos en distintas fechas», manifestó.
La competencia hace honor a su nombre y se convierte verdaderamente en un desafío. Son 650 kilómetros recorridos en bicicleta, una experiencia inolvidable para quien la realiza. “La gente queda alucinada con la ruta, los pueblos, los paisajes. Cuando pasa la carrera, salen los chicos de las escuelas para aplaudir a los corredores y muchos se emocionan con este gesto”, relató.
