Los problemas del pie en el diabético son una importante preocupación médica y una causa común de hospitalización. La mayoría de los problemas del pie que enfrentan las personas con diabetes surgen a raíz de dos complicaciones serias de la enfermedad: daño de los nervios y mala circulación. Uno de los problemas de piel más críticos que pueden causar estas complicaciones es la artropatía de Charcot, que puede deformar el pie y llevar a graves lesiones. Hay opciones de tratamiento para la amplia diversidad de problemas del pie. El tratamiento más efectivo, sin embargo, es la prevención. Para las personas con diabetes, la inspección diaria y cuidadosa del pie es esencial para la salud general y la prevención de problemas que lo dañan.
¿Y qué es el pie de charcot?
El daño de los nervios (neuropatía) es una complicación de la diabetes que lleva a una pérdida de la sensibilidad en el pie. Algunas personas con diabetes ya no pueden sentir cuando algo les ha lastimado la piel. Una herida tan pequeña como una ampolla puede avanzar y convertirse en una infección seria en cuestión de días. Cuando se produce la condición extrema de esta patología un diabético puede llegar a fracturarse un hueso del pie y no sentir ningún dolor, debido al severo daño en los nervios. Seguir caminando con el pie lesionado resulta en más fracturas y luxaciones de las articulaciones. La combinación de fracturas y luxaciones puede acabar con una seria deformación del pie, esta condición se llama artropatía de Charcot y es uno de los problemas del pie más serios que enfrentan los diabéticos.
Síntomas.
Aunque un paciente con artropatía de Charcot típicamente no tiene mucho dolor, puede tener otros síntomas:
- El signo más sensible de un pie de Charcot incipiente es la inflamación del pie. Esto puede ocurrir sin una lesión obvia.
- El enrojecimiento del pie también puede ocurrir en las etapas tempranas.
- La inflamación, enrojecimiento y cambios del hueso que se ven en los rayos X pueden confundirse con una infección del hueso. Una infección del hueso es muy improbable si la piel está intacta y no hay úlcera presente.
Si es diabético y nota alguno de estos síntomas, acuda inmediatamente a un profesional médico. El diagnóstico temprano es primordial para evitar la progresión de esa complicación.
Tratamiento.
El objetivo del tratamiento para la artropatía de Charcot es consolidar los huesos fracturados, y también prevenir más deformidad y destrucción del hueso. Podría recomendarse la cirugía si la deformidad del pie implica un mayor riesgo de úlceras para el paciente, o si el calzado habitual ya no es adaptable. Las fracturas inestables y las luxaciones también requieren cirugía para curar. Como conclusión digamos que cuanto antes se diagnostique y se trate la artropatía de Charcot, mejor es el resultado final. Los pacientes deben inspeccionar cuidadosamente los dos pies todos los días y controlar sus niveles de azúcar en sangre. Las dos responsabilidades son importantes en reconocer precozmente un pie de Charcot, y en evitar futuras complicaciones.
Dr. Edgar torres, traumatólogo, hospital A. Serra.