María Verónica Pérez Díaz, profesora de Matemática y Matemática Aplicada, licenciada en Didáctica y Neuropsicoeducadora, sancionada por la Junta de Disciplina Docente de Río Negro con cesantía por cuatro años en todos los cargos y horas que desempeña en establecimientos educativos del Consejo Provincial de Educación por “presunto procede inadecuado”, dio a conocer su versión de los hechos por los cuales fue sumariada.
La medida disciplinaria fue confirmada a través de la resolución N°367/17, emitida el 25 de octubre en el boletín oficial de Río Negro y difundida el 8 de este mes por masrionegro.
A continuación su descargo, enviado este domingo desde México, donde reside.
Baja California Sur, México, 11 de noviembre de 2017
De mi mayor consideración,
Me dirijo a Uds. en relación a la publicación realizada en su medio el día 8 del corriente, titulada Dura sanción a una docente:¿Marihuana, baile en el aula, dudosos viajes, consumo de alcohol?(*) y en la que se me menciona por nombre y apellido. Entiendo que esto se hace así porque no logran notificarme de otra manera, pero creo que podrán comprender que es de muy mal gusto, y por eso me permito solicitar que ya que publicaron sin ningún miramiento mi sanción, hagan lo mismo con esta carta de defensa.
Mi formación académica docente inicia en el año 2000 en el que recibo el título de Profesora de Matemática y Matemática Aplicada en la UTN, luego me recibí de Licenciada en Didáctica en la UNSAM (año 2010), a continuación realicé un Posgrado en Currículum y Prácticas Educativas en Contexto en la FLACSO, y hace un mes recibí el título de Neuropsicoeducadora de la Asociación EducAr. Estos estudios, la posibilidad de leer diferentes autores y conocer nuevas experiencias en otros países, abrieron mi entendimiento hacia una forma de educación diferente, en la que el docente no es el poseedor absoluto del conocimiento, sino un mediador entre éste y el alumno, y su trabajo consiste en crear un puente entre ambos.
Por otro lado, enseñar matemáticas me enfrentó con los miedos hacia ese “cuco” de lo difícil, teniendo que acompañar a mis alumnos en su trabajo con la propia autoestima, la perseverancia, el disfrute de los pequeños logros y demás cuestiones actitudinales que me llevaron a formarme también en Educación Emocional.
Comencé a trabajar en el C.E.M. 98 en el año 2010. Durante 7 años consecutivos estuve a cargo de diferentes materias: Matemática, Física, Estadística, Lógica y Portugués. Coordiné desde su creación y durante 3 años el Centro de Actividades Juveniles (CAJ), presenté varios proyectos, como ser el de Tutorías para 4to y 5to que desempeñamos con un colega del área de Historia y fui Coordinadora Interdisciplinar en varias ocasiones, a pedido de la Sra. Directora (mi amiga, en aquel tiempo, con quien compartimos varios viajes juntas y hasta la compra de un terreno en Sierra de la Ventana) y por falta de otros docentes interesados en el cargo.
Pasé muchas horas en la escuela, en mi turno, en contraturno y hasta los fines de semana, acompañando a los alumnos en sus actividades y proyectos (Fiesta de la Primavera, Muraleada en el Polideportivo, Ensayos de Intertribus, etc.) o ayudándoles a recaudar dinero para viajes. Esto por supuesto fortalece el vínculo de confianza, pero no necesariamente desdibuja el rol.
Ante la demanda de los chicos acerca de por qué siempre era la única profe acompañando, les explicaba que como no tengo hijos dispongo de más tiempo libre, nunca hablé mal de mis colegas, sin embargo la diferencia en la forma de trabajar y de pensar la educación se fue haciendo notar y pude sentir el desprecio y la incomprensión de las personas que trabajaban conmigo. Como en ese momento yo era amiga de la Sra. Directora, nadie me acusaba directamente, pero al salir de licencia en agosto de 2016 con el codo quebrado, comenzaron los problemas. Habladurías, acusaciones, interrogatorios a alumnos y padres, todo se hizo a mis espaldas y me iba enterando de cada cosa por medio de los alumnos que preocupados me informaban de la situación, a la que no di importancia, no pensé que llegaría hasta esta instancia luego de 7 años de trabajo en lo que no había recibido ni una queja por parte de los padres ni un llamado de atención por parte de mis superiores.
Pero bueno, así puestas las cosas, me gustaría explicar algunos ítems de los que se me acusa, a fin de que se pueda ver la mirada malintencionada de quienes me acusan:
- La mencionada choriceada de 5to año, planificada como actividad de reflexión al regreso de un viaje de Integración, fue suspendida por la Sra. Vicedirectora sin aviso a los Tutores que la habíamos organizado por fuera del horario de clases para no entorpecer el trabajo de los colegas. Nunca se hizo, los chicos usaron en otra actividad el dinero que habían juntado.
- Si me hubiera retirado de los Espacios Institucionales, o no hubiera asistido a las reuniones de Taller de Ciencias, me hubiera correspondido una sanción o un descuento, nunca percibí nada de eso.
- El proyector de la institución se usaba los fines de semana en los talleres de CAJ, a veces en actividades fuera del establecimiento, pero nunca lo utilicé en mi domicilio.
- Las personas externas a la institución que participaron en campamentos, pintadas, etc. fueron autorizadas por la Sra. Directora, quien estaba al tanto de todos mis movimientos.
- Todos sabíamos que había alumnos que fumaban marihuana en la escuela y fuera de ella (aclaro que yo no fumo ni siquiera tabaco, nunca lo hice), y la mencionada “acusación” a los alumnos de 3er año se trató en realidad de una estrategia diseñada junto a mi colega tutor para hacer saber a toda la escuela (se hizo en todos los años, no sólo en tercero, y no fue una acusación sino una puesta en relieve del tema) que estábamos al tanto de lo que sucedía, a fin de que los involucrados se presentaran voluntariamente, que es lo que finalmente sucedió.
- Lo de manipulación de los estudiantes creo que ya quedó aclarado en mis comentarios previos, no hay tal manipulación, hay un vínculo que es el que hoy hace que me lleguen mensajes de mis alumnos repudiando todo esto.
- Para realizar un viaje con los alumnos es necesario presentar un proyecto detallado que luego es autorizado por la Directora, la Supervisora y el Concejo de Convivencia. No puede hacerse de otra manera, por lo que todos los viajes fueron debidamente aprobados. No fue necesaria ningún tipo de rendición económica más que a los alumnos, pues cada uno pagaba su viaje: la escuela nunca hizo aportes económicos en este sentido.
- Asistí a la capacitación de ESI (Educación Sexual Integral) en la ciudad de Viedma, por la que se solicita al personal docente de todos los niveles tratar temas de sexualidad, violencia, etc., lo que me propuse hacer con los jóvenes siempre que tuviera la oportunidad, no tan asidua durante mis clases de matemática. El proyecto ESI es nacional y asistí a la capacitación en representación de la escuela, por lo que entiendo estaban al tanto de mi trabajo.
- Organicé varias muestras de baile y canto para fiestas de fin de año o eventos varios, sola o acompañada por otros colegas. Incluso bailamos en dos ocasiones en casa de la profesora de Inglés que entiendo que hoy es la Directora de la escuela. Nunca pusimos a oscuras un aula, de hecho no es posible, pues las cortinas sólo atenúan el brillo del sol.
- En el caso de violencia mencionado (una pareja de alumnos de 5to año) no sólo que se informó la situación sino que me ocupé de contactar personalmente al ETAP, quienes tuvieron una entrevista con la alumna. Su compañero dejó de asistir a clases, por lo que fui a verlo a la casa a pedido de su preocupada madre. Los padres de la alumna no quisieron presentarse en la escuela, por lo que el ETAP no pudo avanzar, pero en lo personal seguí durante un tiempo ese tema, acompañando a los alumnos en su resolución.
- El consumo de alcohol fue autorizado en mi presencia y bajo mi control, que es mucho mejor que prohibir y que los alumnos lo hagan a escondidas y poniéndose en riesgo. Por supuesto que esto era de conocimiento de la Sra. Directora, quien también lo autorizaba según me dijo cuando viajaba con alumnos, y de la Sra. Supervisora, con quien tratamos el tema en un almuerzo durante la visita del Licenciado Alejandro Schujman.
- El lenguaje “inapropiado” al que se refiere es el que usamos normalmente todos en el día a día. Entiendo que no sea el correcto dentro del aula, pero fue una decisión personal no incomodar a los chicos con eso, sino más bien no darle demasiada importancia a fin de fortalecer los lazos de confianza.
Como se puede observar, la pretendida acusación es una serie de miradas malintencionadas sin otro propósito que hacerme abandonar el establecimiento, lo que hubiera hecho sin inconvenientes si me lo hubieran planteado. No puedo ejercer mi defensa pues me encuentro en México, que fue la opción que elegí al tener que buscar otra forma de vida, pero agradecería profundamente se diera a conocer esta información, en la que fui muy cuidadosa de no colocar nombres y limpiar de esta manera mi nombre frente a la opinión pública. Muchas gracias.
MARIA VERÓNICA PEREZ DIAZ – DNI 24308206 – LEGAJO 50470/0
(*) NdelE: El titulo al que se refiere al inicio de la misiva no fue publicado por este medio sino por otro que se origina en Viedma.