En tiempos de elecciones y balotajes, la política argentina se llena de giros y definiciones que no dejan de sorprender a propios y extraños. Tal es el caso de la reciente reunión en Viedma, donde la agrupación JSRN manifestó su apoyo a Sergio Massa. Este respaldo, sin embargo, no fue recibido con unanimidad en todos los sectores políticos locales, destacando el anti peronismo de algunos militantes, también en San Antonio Oeste.
La frase «no es tiempo de tibios» resuena en la política argentina previo a un balotaje, y esta vez, Alberto Weretilneck no dudó en alinearse con el actual Ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, arrastrando a su partido hacia esta consigna. Sin embargo, en el mismo San Antonio, algunos funcionarios municipales se mostraron reticentes a votar por Massa, alegando su lejanía con el «kirchnerismo» como lo hizo públicamente Nicolás Carassale.
Este tipo de divisiones refleja las tensiones internas en la política, donde a veces es difícil mantener una posición, incluso la emanada por sus líderes.
Un caso interesante es el del intendente Casadei, quien, a pesar de ser antiperonista, decidió apoyar a Sergio Massa en esta ocasión, respaldando la iniciativa de su partido político. Casadei reconoce las diferencias con el pensamiento libertario y la poca probabilidad de que el plan económico de Milei favorezca a los estados comunales.
La situación se complica aún más con las acusaciones y controversias, como las que rodean a la diputada libertaria Lorena Villaverde, nacida en San Antonio Oeste. Los cuestionamientos y acusaciones de violencia han atraído la atención mediática a nivel nacional, aumentando la tensión entre sus seguidores y generando rechazo entre sus propios colaboradores de los partidos FE y LLA.
En cuanto al balotaje en sí, la población está tomando decisiones sobre su voto, consciente de que el libertario Milei cuenta con el apoyo incondicional del PRO, a pesar de que sus ideas iniciales eran contrarias a las que propuso en las elecciones. Esta situación refleja la dinámica política de la búsqueda de poder por fuera de la coherencia ideológica.
Esto produce división intestina, que ya afectó al peronismo y al radicalismo, amenaza ahora al PRO a nivel nacional y provincial. Algunos líderes, como Tortoriello en Río Negro, ya están considerando la formación de partidos provinciales alejados de las luchas internas de las coaliciones más grandes.
En medio de estas dinámicas políticas, Alberto Weretilneck trabaja en la formación de su gabinete, evaluando posibles recortes de gastos y reformas estructurales en los organismos gubernamentales. El resultado del balotaje tendrá un impacto significativo en la composición y las prioridades de su gobierno.
Si gana Massa, asumirán con tranquilidad por el apoyo del oficialismo al candidato de Unión por la Patria, quien llegará en los próximos días agradecer ese apeo pre electoral.
Si gana Milei, el escenario será otro. (Carlos Aguilar, editor)
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