Aumentan los casos de COVID en la provincia. En una semana subieron los positivos de manera exponencial.
Río Negro somos todos, lo que sucede en la provincia atañe a cada ciudadano y la situación sanitaria no está pasando el mejor momento.
En Roca, la puja política afloró por el coronavirus, además el aumento de los casos, pueden llevar a la saturación del sistema. Nación advirtió esta semana que la mitad del personal de sanidad está infectado y se encendieron las alarmas.
Por esto, al otro día, la gobernadora Carreras salió a realizar una conferencia de prensa para explicar el contexto sanitario queriendo aminorar ese impacto. Pero los números cantaron otro panorama.
La situación de Roca es muy complicada, no hay mea culpa por parte de la intendenta María Emilia, si utiliza sus alfiles para pedir la renuncia del ministro Zgaib. La misma fue negada por la propia Carreras.
No todos los legisladores peronistas acompañaron este pedido de desafectación del ministro de salud. Algunos hablaron por lo bajo, mencionaron que no son tiempos de demagogia por la emergencia sanitaria. Pos pandemia se analizarán los roles.
En este contexto, el legislador Luis Noale pidió para San Antonio, al tener un hospital de cabecera, al menos se construya una sala de terapia intensiva. La más cercana es del hospital Zatti.
Tuvo amplio apoyo la postura, pero es muy difícil que suceda. Ha sido un anhelo de muchos representantes políticos que, a lo largo de varios lustros, solicitaron lo mismo.
Es esencial, pero partiendo de la base, que por ahora, el nosocomio “Aníbal Serra” no cuenta con respiradores, menos se puede esperar se invierta en una UTI.
Mientras tanto, comenzaron en Las Grutas, las reuniones virtuales para que los complejos, hoteles, comercios accedan al sello de calidad sanitaria. No es un camino fácil el que deberán recorrer, para tener todo bajo control como lo requerirá la norma.
Los detalles son muchos y hay varios ítems que los prestadores deberán obedecer. La duda es si cumplimentarán a rajatabla, lo que exigen los profesionales.
Para abrir al turismo de localidades próximas en septiembre, sin circulación viral, deberán acatar rigurosas pautas prestablecidas y las mismas deben ser respetadas.
Por otra parte, si el área de Fiscalización tiene que controlar, el intendente tiene que considerar que deberá incrementar de personal, como también capacitarlos para tal fin.
En este contexto, las capacitaciones deberán ser incluso para todos los trabajadores informales, que cumplen tareas en los lugares, donde los turistas pasarán sus días de vacaciones.
En ello, deberá estar dispuestos para las actuaciones que tendrán que hacer, en el momento que se den casos con síntomas sospechosos, para que no le invada el pánico ante un posible contagio.
La población sanantoniense hoy está con un lógico temor. El acostumbramiento a la “nueva normalidad” trajo aparejado un constante miedo en los ciudadanos. Solo basta ver con las expresiones en las redes, en los mensajes.
Eso también tiene que considerarse a la hora de que pueda acontecer un suceso posible, con una alerta ante un potencial contagio.
Si así sucediese, todos deberán estar preparados para recibir el enojo y la reprimenda social.