En un futuro no muy lejano, casi al alcance del tiempo venidero, la costa atlántica de Río Negro se transformará en un polo de exportación energética. Esta transformación convertirá a la postergada región Este de la provincia, en una zona que recibirá un significativo impacto, impulsando tanto la economía como la sociedad.
Javier Iud, actual director de ARSA y ex intendente y legislador por San Antonio Oeste, escribió en junio de 2022 en medios regionales un artículo titulado “2030, oportunidades históricas para la región”. En este escrito, Iud señalaba que «la Patagonia se encuentra ante un cambio potencialmente revolucionario; algunas ciudades podrían triplicar sus fuentes de empleo y población». Destacaba también la envergadura de Vaca Muerta, una fuente inagotable de crudo y gas que, ya en ese momento, se veía limitada por la capacidad de exportación. Iud proyectaba que esta reserva energética podría perdurar por al menos los próximos 150 años, mucho más allá de la vida natural de cualquier generación actual.
Hoy, esas proyecciones se están volviendo realidad. La demanda mundial de combustibles fósiles sigue presente, a pesar del auge de las energías alternativas, y Argentina, con su abundancia de recursos naturales, se convierte en un punto de interés en el mercado global. El régimen capitalista mundial considera a estos recursos esenciales, y la tendencia parece firme independientemente de los vaivenes políticos nacionales.
En pocas semanas, se celebrará una nueva audiencia pública en la costa rionegrina. La audiencia previa, en Sierra Grande, trató sobre el oleoducto, mientras que la próxima en San Antonio abordará el proyecto de gas natural licuado (GNL) con la inversión de Pan American Energy. Esta multimillonaria inversión en dólares atraerá a numerosas empresas y generará un importante movimiento poblacional que impactará en los tres principales centros urbanos del ejido sanantoniense, considerando que la terminal portuaria también formará parte de esta cadena de servicios externos.
Además, la obra del gasoducto de YPF, que pronto alcanzará la zona, demuestra el interés continuo de las empresas en la región. En paralelo, YPF ha abierto una oficina en Londres para captar nuevos clientes, especialmente en Europa. YPF también presenta el proyecto Argentina LNG como una propuesta integral que abarca toda la cadena de valor, desde la producción de gas en Vaca Muerta hasta su licuefacción y comercialización en Punta Colorada, y plantea un desarrollo en distintas etapas.
Es importante subrayar que la costa atlántica rionegrina se encuentra en una fase inicial de un camino que promete prosperidad. Como expresó Iud en su escrito, “la política de Estado sobre estos desarrollos debe atravesar transversalmente a toda la sociedad; no es una cuestión de partidos ni de gobiernos en forma exclusiva”.
El avance de la región como polo energético es una oportunidad histórica, y con visión y planificación, la costa atlántica de Río Negro podría transformarse en un modelo de desarrollo sostenible y generador de empleos para las próximas generaciones.