Editorial: leasing ¿y austeridad?

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En otros tiempos, la inauguración de la temporada de Fauna Marina en Las Grutas, era un evento rimbombante, con festivales y celebraciones que reunían a locales y turistas en un ambiente de alegría y expectativa. Sin embargo, esos días quedaron atrás. Hoy, la austeridad domina el centro de la escena, una decisión que refleja el ajuste financiero que atraviesa la municipalidad.
El secretario de gobierno, Matías Hermo, anunció recientemente que se implementará un seguimiento de algunos de los vehículos municipales para controlar el consumo de combustible, una medida que, aunque necesaria, parece llegar tarde a un problema de larga data. Durante años, el uso del gasoil y la nafta en los rodados municipales ha sido un tema controvertido, con denuncias mediáticas que se multiplicaron sin que nadie se presentara ante la justicia para formalizar las acusaciones. Cada vez que los medios de comunicación evidenciaron estas irregularidades, las promesas de control inmediato no tardaron en llegar, aunque las acciones efectivas siempre se retrasaron demasiado.
La situación financiera de la caja municipal genera preocupación. La recaudación en caída constante se suma a un escenario económico ya complicado, aunque la administración municipal ha decidido recurrir al leasing para la compra de material rodante. Este procedimiento, utilizado por muchos estados y municipios, se presenta como una opción de financiamiento alternativo en un contexto inflacionario, donde los créditos tradicionales resultan costosos. En los últimos 20 años, el municipio de San Antonio Oeste ha recurrido al leasing en dos ocasiones para la adquisición de vehículos, y en varias más para la compra de otros materiales y elementos.
El leasing ofrece ventajas tributarias importantes: es deducible del Impuesto a las Ganancias, el IVA se amortiza proporcionalmente al monto del canon, y evita la acumulación de crédito fiscal inutilizado. Además, el bien no se computa en el impuesto a la ganancia mínima presunta. En términos sencillos, se trata de un alquiler a largo plazo con opción de compra al final del período de financiación, y el primer desembolso se realiza contra entrega del bien.
No obstante, persiste la duda sobre si es necesario que el Concejo Deliberante apruebe este procedimiento, ya que, al ser considerado un alquiler, el Ejecutivo podría realizarlo de manera directa. La municipalidad deberá disponer de fondos mensuales para pagar el leasing, cuyo monto anunciado es de 300 millones, una cifra ligeramente inferior a la masa salarial mensual actual. En julio de 2024, más de 33 municipios de Buenos Aires incorporaron vehículos mediante leasing, destinando recursos a hospitales, luminarias, y asfaltado.
La oposición, previsiblemente, solicitará un informe para entender cómo se abonarán estos montos, ya que el 100% de la coparticipación se destina actualmente al pago de salarios y a afrontar causas judiciales. Aunque Hermo no especificó con qué fondos se cubrirán estos gastos, resulta esencial conocer la capacidad de la municipalidad de San Antonio Oeste para implementar este plan, así como los plazos de financiación. Es importante destacar que la administración de Casadei, finalizó el pago de un leasing heredado de gestiones previas.
En este contexto, la incertidumbre sobre la recaudación mensual y la caída de ingresos merecen atención. Sería perentorio que el Ejecutivo municipal explique claramente su plan de acción ante los representantes y la sociedad para evitar dudas sobre esta erogación futura y asegurar la transparencia en la gestión de los recursos públicos.

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