El personal de salud de la provincia marchó por segunda vez en descontento por sus salarios y sus condiciones laborales. Ellos, que están al frente de batalla contra el virus, también observan que no son parte de las decisiones y que impelen a cumplir a rajatabla protocolos, sin lo materialmente necesario.
El hartazgo va en crecimiento, perdieron compañeros y compañeras de trabajo, están agotados y muchos sumidos en una depresión.
Río Negro vivió un septiembre aciago, con récord de fallecidos por o con coronavirus. Un alza en transmisión comunitaria e incluso, el ejido sanantoniense debió pasar por un cordón sanitario.
Con esto está visto que, desde el principio de la cuarentena, la clave para frenar el crecimiento de casos positivos, es el distanciamiento y la merma en la circulación social.
Con este panorama actual se discute la temporada venidera, a la espera de anuncios de medidas sanitarias, que protejan mínimamente al residente, como al turista.
Esta disyuntiva hace que los gobernantes, quienes deban tomar las decisiones retrasen los ingresos. Saben que el sistema sanitario rionegrino no está preparado para seguir soportando la andanada de activos a este ritmo.
Algunos, es así, prestadores de servicios turísticos están “desesperados” por saber cómo será el ingreso de los visitantes y exigen a estos gobernantes inmediatas respuestas, para empezar a hacer las reservas desde la tradicional apertura en diciembre.
Por esto, habrá anuncios en los próximos días, tiene que ver con la estructura en salud, seguramente los hará el intendente Adrián Casadei.
Por otra parte, el pedido de los legisladores, con apoyo de la comunidad sigue su rumbo esperanzador, que en el presupuesto del 2021 ingrese la obra una Unidad de Terapia Intensiva, que tomará su tiempo ponerla en marcha.
La comunidad se dio cuenta de la postergación que viene sufriendo la zona atlántica rionegrina, una de las que más creció en población. La infraestructura en servicios no progresó en concordancia con ese aumento y tampoco los políticos evaluaron que el desarrollo productivo regional crezca económicamente como así sucedió. Precisamente este empuje económico hizo incrementar el asentamiento de ciudadanos que llegaron de otras zonas a trabajar, en las diferentes temporadas como la pesca, el puerto o el turismo.
Hoy la necesidad es considerable. Este crecimiento debió contemplar en planes como de extensión de redes de gas, de redes de agua o tendido eléctrico, de cloacas o de ampliación de barrios. También acrecentaron los asentamientos.
También este crecimiento hizo que el presupuesto municipal se incrementara en el tiempo, pero ahora tuvo un freno recaudatorio, se topó con la pandemia. Actualmente las arcas están complicadas, algunos municipios empezaron a solicitar adelanto de coparticipación, entre ellos Bariloche.
La necesidad de obtener recursos, la provincia y las comunas, no puede dejar sin ingreso al turismo, lo dijo la gobernadora, lo refrendaron los intendentes. Esta semana Carreras recibió el apoyo de los jefes comunales para esa apertura.
De lo conversado, todo pasó por lo económico, “no puede no haber temporada” repitió siempre la mandataria rionegrina. Recomponer parte de la recaudación, hoy por hoy es lo que manda.