Llega la audiencia pública, con sus pros y contras, como suele ocurrir en estos casos. En el listado final de expositores, la mayoría apoya la inversión de PAE en el golfo San Matías, proyecto que se concretará en menos de dos años. Una vez concluido el proceso del próximo miércoles, solo restarán trámites administrativos.
Es probable que surjan algunos amparos en el camino, algo habitual cuando un sector de la sociedad se opone a este tipo de inversiones.
En esta audiencia participarán diversos actores. Lo curioso es que una parte de la oposición en San Antonio Oeste no se ha manifestado, ni a favor ni en contra. Mientras se observa la presencia de concejales oficialistas, los opositores no han emitido declaraciones ni comunicado o posición alguna en las últimas horas.
Quizás esta falta de definición responde a un intento de no desagradar a ningún sector, esperando a que las circunstancias futuras definan el rumbo, como ha sucedido demagógicamente en otros momentos y lugares. O tal vez, simplemente, no les interesa.
Este tipo de inversiones a gran escala, que involucran miles de millones de dólares, genera esperanza en una sociedad trabajadora que vislumbra oportunidades de prosperidad en el futuro.
Cuando se planificó el canal Pomona–San Antonio, surgieron voces contrarias desde el Alto Valle, Viedma e incluso del mismo San Antonio. Más tarde, ALPAT tardó 20 años en iniciar sus operaciones, y se afirmaba que «el golfo se extinguiría» o que el proyecto «destruiría» el turismo. Sin embargo, alguna de esas voces luego impulsaron emprendimientos propios en Las Grutas y el Puerto.
En esta audiencia se escucharán argumentos válidos de todas las posturas, desde la defensa del medioambiente hasta críticas por la aplicación del RIGI, que no generará ingresos significativos para las arcas locales y provinciales. Habrá manifestaciones tanto a favor como en contra, cada una con sus propias premisas.
La costa atlántica rionegrina está en camino de transformarse en un polo de exportación de energía e hidrocarburos por décadas. Por fin, esta región históricamente postergada podría emerger como un motor económico.