Alejandro Palmieri, a cargo de Rentas Provincial, mencionó esta semana que parte de la baja en la recaudación en Río Negro se debe a la merma del turismo. En un análisis exhaustivo, el ex vicegobernador determinó que esta situación es una de las alertas que se han tenido en cuenta al revisar los números.
Lógicamente, el contexto económico es el principal detonante de esta caída en la recaudación, afectando las arcas provinciales y evidenciando una disminución constante frente al proceso inflacionario que se intensificó a inicios de 2024.
Esta situación genera preocupación por lo que pueda ocurrir en Las Grutas, el principal destino turístico de la provincia durante el verano. Incluso hasta este último fin de semana largo, se registraron un 30% menos de comercios habilitados en comparación con el mismo periodo de 2023. Puede que algunos negocios se sumen tardíamente, esperando una disminución en los alquileres, que han aumentado debido al incremento en los costos de servicios e impuestos. A esto se suma la competencia con el comercio informal, que ha crecido de manera sostenida.
Si disminuye el turismo, lógicamente habrá una caída en la recaudación, afectando tanto a las arcas municipales como provinciales.
El problema central es que Las Grutas no ha recibido la promoción adecuada este año, justo cuando más se necesita. Aquí es donde el EMPROTUR (Ente de Promoción Turística) ha pifiado esencialmente. Monte Hermoso, una playa relativamente cercana, aunque con un perfil de visitantes diferente, ha demostrado un enfoque proactivo en la promoción. Los representantes de turismo de esa localidad no se han quedado quietos, sino que han salido a promocionar en La Pampa, Córdoba, Mendoza y San Luis, además de Río Negro, que junto con Buenos Aires son los principales centros emisores de turistas cada verano.
No solo destacaron las bondades de sus playas, sino que en cada intervención en los medios de cada una de esas provincias reforzaron mensajes sobre servicios y seguridad. Para ello, realizaron un estudio de marketing previo, enfocándose en cómo comunicar y qué ofrecer, no limitándose a «lo de siempre», sino respondiendo y despejando dudas comunes entre los veraneantes a través de publicidad efectiva.
Por otro lado, los integrantes del EMPROTUR, quizás hasta ahora el hecho más efectivo efectuado es filtrar datos a ciertos sectores de la prensa, como lo hicieron recientemente con una solicitud de este medio digital, demuestran que no están a la altura de las circunstancias para llevar adelante una promoción objetiva del ejido sanantoniense. Deberían, al menos, publicitar y estimular la demanda como destino turístico entre los principales mercados consumidores, además de generar interés en quienes aún no conocen este punto geográfico.
Si la tendencia a la baja en el turismo regional continúa, no solo afectará a los organismos recaudadores, sino también a los prestadores de servicios, comerciantes, gastronómicos y, por ende, a los trabajadores que dependen de esta actividad esencial en el verano. Esto no solo se debe a que las personas opten por viajar a Brasil u otros destinos más cercanos en el país, sino, como señaló esta semana el edil Mirano, a la necesidad de desarrollar estrategias positivas.
Sin embargo, basándonos en lo expuesto en esta columna, y parafraseando el dicho popular, «es difícil pedirle peras al olmo».