Las paritarias municipales cerraron casi a tono con la inflación oficial. Mencionamos las del estado municipal porque son la variable local.
Pero en la Patagonia, el contexto inflacionario fue superior, por ejemplo, en la comarca Viedma-Patagones finalizó con un 72% interanual, algo que repercute en el ejido sanantoniense, dónde generalmente mencionan los vecinos que “comprar en Viedma es más barato”. El problema inflacionario impactó muy fuerte en la zona.
Landivar, secretario de hacienda, coincidió que los incrementos en los valores inflacionarios serán muy difíciles en el año y seguramente será otro período complejo. Lo que se prevé, no es como generalmente sucede. El gobierno nacional no determinó fehacientemente hasta el momento como atacará la inflación.
Es por ello que la recaudación es la clave y vamos observando movimientos que realiza el gobierno de Casadei, como recuperar espacios, caso la terminal de Las Grutas, son sitios dónde casi no se brindan servicios, pero si tienen una cobranza diaria. Otra será generar seguramente planes a deudores con intimaciones judiciales.
La erogación que tiene el gobierno municipal es mucha, lo importante es que ese dinero se vuelque a las necesidades esenciales que requirió la población con su voto. El municipio arrancó con lo posible, además sumó ayuda provincial.
Hace pocos días, el oficialismo, con un parte de prensa del ARI, marcó la anomia del anterior gobierno municipal bajo el signo del Frente de Todos. Durísimo el comunicado, pero fuera de término.
No era necesario, la campaña finalizó hace tiempo. Muchos partidos no lo entienden, actores políticos tampoco, de uno y otro bando, le pasó a la edil Carmona por ejemplo con sus posteos que le acarrearon sendos problemas.
Deben entender, funcionarios, adherentes y simpatizantes, que concluyó el proselitismo. No son tiempos electorales.
La semana pasada mencionamos que algunos comprendieron, ejemplo, Noale haciendo lo que debe como legislador, Casadei lo que debe hacer como intendente e interrelacionarse en pos de un fin común, que es brindar mayores beneficios a la comunidad.
Después que el vecino dio su veredicto, la realidad política debió cambiar. Entonces, es hora de pensar en el futuro. La oposición en San Antonio representa a quienes son gobierno a nivel nacional y sería importante generar alternativas para las tres localidades, buscar el interlocutor con la consonancia y capacidad de arrimar para generar gestiones, no es menor el tener una diputada nacional en sus filas.
Todo lo que va a suceder está enfilado hacia lo económico. Arabela Carreras se sacó una foto con Wado de Pedro un día, al otro con Eduardo Duhalde, demostró que el partido provincial tiene diálogo con los dos frentes actuales del peronismo.
La interna del justicialismo es muy visible. El sostén de Alberto Fernández en Buenos Aires es el ex gobernador y ex presidente, el poder detrás de los intendentes del conurbano y JSRN lo sabe muy bien. La excusa, el plan de tierras. La realidad, el apoyo económico futuro.
Tanto en provincia, como en algunos municipios se declararon la emergencia económica. Los analistas financieros nacionales no leen la ley o la ordenanza en sí. Lo que ellos reflexionan es el escenario.
Un informe mercantil a nivel nacional mencionaba a San Antonio Oeste como «un estado en emergencia», algo que refutó Landivar señalando que en el texto hablan de generalidades.
En ese sentido erró el ejecutivo, como el oficialismo del legislativo comunal, ambos en fundamentar y comunicar el tenor de la ordenanza.
El gobierno municipal sabe que económicamente debe ajustar y maximizar la recaudación, porque los números menguan y eso lo debe conocer el ciudadano.
La coparticipación no alcanza para pagar salarios, recibirán 19 millones y deberán pagar 26 millones este mes de enero solo en salarios de agentes, sin contar los guardavidas y contratos de temporada.
En los próximos sesenta días, la proyección del desagregado de los gastos permitirá saber los costos. Deberán modificar partidas, solventar áreas. Casadei lo puede hacer, porque tiene mayoría en el Concejo Deliberante, con una ordenanza vigente con emergencia económica.
La incógnita será con que fondos hacerlo, si en algún momento la coyuntura aprieta las arcas municipales.
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