Editorial: una gran oportunidad





En una reciente y poco convencional entrevista transmitida en streaming desde Buenos Aires, el presidente Javier Milei dejó entrever el proyecto de GNL recaiga en la zona atlántica rionegrina, esto ha llenado de expectativas a los habitantes de Río Negro.
El mandatario sugirió la posible instalación de la planta de gas licuado, fruto de una inversión mixta entre Petronas e YPF, no será en Bahía Blanca y si en las cercanías de Sierra Grande. Esta propuesta, rápidamente replicada por los medios rionegrinos.
Es sabido que la instalación de la GNL promete ser un motor de desarrollo regional, apoyado por la construcción del oleoducto ya anunciado, cabe destacar que empresas han comenzado a solicitar currículums para los futuros empleos generados por esta infraestructura.
La iniciativa no solo se queda en el ámbito empresarial. Los gobiernos municipales y el gobierno provincial han comenzado a fomentar capacitaciones para mejorar la calidad de la mano de obra local. Estas acciones buscan ofrecer a los residentes de la zona atlántica la oportunidad de participar en las tareas que requerirá la nueva planta, generando así una simbiosis entre el proyecto y la comunidad local.
En el ámbito político, el gobernador Alberto Weretilneck ha sabido navegar las turbulentas aguas con habilidad. Su alineamiento con las políticas de la Ley de Bases y la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) son muestras de su pragmatismo. Además, su capacidad para negociar se pone a prueba una vez más con la iniciativa de la Boleta Única Electoral propuesta por el gobierno nacional y el voto fundamental de Mónica Silva. La promesa de una larga y dura negociación destaca su interés en maximizar los beneficios para la provincia.
Weretilneck también ha logrado una tregua temporal con los sindicatos, lo que le otorga un respiro para enfocarse en otros desafíos. Sin embargo, su declaración sobre la inviabilidad del «Gran Acuerdo» provincial y su enfoque en los intereses rionegrinos refleja una visión clara y pragmática de la política regional.
Adrián Casadei, rápidamente decretó la adhesión al nuevo régimen impositivo, ganándose la atención de los medios nacionales. A pesar de enfrentar una situación financiera cada vez más compleja, Casadei en su reunión reciente con Weretilneck, dialogaron sobre la asistencia a los desocupados y los de menores recursos.
La escasez laboral y las solicitudes de ayuda aumentan, especialmente en el ejido de San Antonio Oeste, donde la situación es más crítica. La esperada tarjeta social provincial se vislumbra como una medida paliativa, aunque insuficiente para un futuro que se percibe incierto.
El camino hacia el desarrollo regional en la zona atlántica de Río Negro está lleno de desafíos, pero también de oportunidades. La propuesta de la planta de gas licuado es un ejemplo de cómo la inversión y la capacitación pueden transformar la realidad local. Tenemos una comunidad dispuesta a adaptarse y crecer, la esperanza de un futuro mejor se mantiene viva, a pesar de las dificultades presentes.

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