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Editorial: Yo, el supremo

Salió a la luz la ordenanza para poner en marcha el Ente de Promoción Turística. Fue votado por mayoría y defendido a «capa y espada» por Luis Esquivel, presidente del Concejo Deliberante que reivindicó a Claudio Palomequez, ya que la ordenanza presentada por el ejecutivo la realizó enteramente el saliente ex secretario de turismo y ex intendente interino.

El FPV ejecutó el pensamiento de Palomequez e hizo que los prestadores de turismo y comerciantes de Las Grutas, San Antonio y el Puerto de SAE paguen más tasas: habilitaciones comerciales, tasas de turismo indirecto (impuesto a las camas), tasa de salubridad e higiene y además ahora la tasa de Componente B (sin contar con rentas, Afip y otros desembolsos para que comercios esten habilitados). Obviamente se cobrará de forma indiscriminada a todos. Pero además, a esto expuesto, van aplicarle a los comerciantes que abrirán sus negocios de temporada, 20 mil pesos más y seguramente, este incremento se trasladará al turista.

Esquivel y los concejales del Bloque del FPV se desentendieron. Ya está, votaron. Ahora le tocará a Luis Ojeda presionar a los contribuyentes a través del ejecutivo que salden la tasas.

Quien pagará el costo político de los tarifazos indiscriminados es el intendente y no otro. Ese es el juego de los cinco concejales del oficialismo que sometieron al ejecutivo.

Pero además será un Ente de la soberbia, porque el Artículo 16° menciona que si el gobierno provincial aporta dinero puede estar dentro del directorio, sino que «se queden en Viedma» o mejor «Arrieta o Weretilneck, si ponen plata le damos un lugar, si no ponen dinero, ni aparezcan».

Elementalmente la primera respuesta de Silvina Arrieta fue «no vamos a ser parte» y se lo comunicó tanto al legislador Casadei, como al presidente del bloque JSRN Clemant. Tampoco fue consultada la ministra de turismo provincial, el único que le mencionó en su momento, un posible Ente a crearse, fue el autor del proyecto de ordenanza el ex concejal Palomequez.

Justamente, la semana pasada Ojeda fue a solicitarle casi dos millones de pesos a la Ministra Arrieta, para el inicio de la temporada y la Fiesta del Golfo. Ahora con que mirada se presentará el actual intendente a refrendar esa solicitud, luego del ninguneo a que sometieron a la provincia con el artículo mencionado.

La oposición fue muy clara y pidió que el expediente pase a comisión, para que se estudie profundamente algo tan importante y que no se aprobase de forma intempestiva. No hubo debate, podrían incluso haber realizado una audiencia pública, porque se sometía a los comerciantes a pagar una nueva tarifa. Por eso la Cámara de Comercio de San Antonio se oponía a someter a más tributos a los contribuyentes si ya existían tasas para turismo.

Además habría una presentación judicial, porque estará en existencia a la vez dos tasas para un mismo fin: la de impuesto a las camas (turismo indirecto) que es para promoción y la de componente B que también se utilizará para promoción de los destinos. Siquiera eso fueron capaz  de analizar. El prestador pagará dos veces por algo similar.

«No importa, que se arranque y vemos sobre la marcha los errores, que si se corrige lo hagamos con las sesiones» dijo Sánchez Pino con una liviandad «de que aquí todo se puede» con la nueva mayoría que da Esquivel, el presidente del Concejo se sumó nuevamente al bloque del FPV y regresó a las fuentes partidarias.

Decía Augusto Roa Bastos en su excelso libro «Yo, el Supremo» sobre el mundo irreal en que vivió el protagonista de la trama «se dejó llevar por los comerciantes ricos y poderosos en dinero e influencias, a él le fue bien, al pueblo lo esquilmó».

¿Futuro problema ambiental?

La crisis pesquera desnudó el verdadero rostro de los empresarios locales: todo por el langostino «nadie más que nosotros» se los lleve del golfo. Está bien que se cuide el recurso rionegrino. Pero las industrias sufrieron un desgaste innecesario.

Pero a esto se suma otro inconveniente: el problema ambiental que podría generar el cese de la fábrica de harina de pescado.

De ser una empresa a que iba a estar instalada en el nuevo cordón industrial sanantoniense, al posible cierre de la misma. Sus dueños comenzaron analizar como liquidar la empresa.

Pero si se cierra, como ocurrió en otros lugares (Madryn o Caleta Olivia por ejemplo) tendremos el inconveniente de los residuos deberán disponerse en basurales a cielo abierto o en cuencos en las distintas localidades del ejido sanantoniense, al empezar a pudrirse los desechos generan una afectación al ecosistema, sobre todo social a través de olores y de la proliferación de roedores, insectos, moscas, gaviotas.

Ninguna empresa se va hacer cargo de los residuos, los costos no lo van afrontar. Por ejemplo, actualmente muchos desechos de barcos pequeños se tiran en la zona del cerro Banderita y el estado municipal, que no está presente, seguirán eliminando residuos «donde puedan» y si suman los desechos industriales, el medio ambiente será irrespirable.

La magnitud de lo que se está obteniendo en estos días de langostino, ayer por ejemplo fueron sumariados por prefectura varios barcos, porque traían el producto en la cubierta sencillamente tenían las bodegas atestadas (Dirección de Pesca ausente con aviso) nos da a pensar que, si la fábrica de harina de pescado «baja sus persianas», estaremos ante una situación muy compleja con desechos que traerán un gravísimo problema ambiental.

Carlos Aguilar @caa174

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