2 mujeres. Ruta 3. Un micro. Una historia de amor y erotismo. Las Grutas. Río Negro. Teatro Astor Sala Mimí Richmond. De miércoles a domingos de Enero. Trasnoche.
Anna y Carmela, dos mujeres de unos 40 años coinciden en un mismo espacio. No se saludan. Y ambas comienzan un relato yendo y viniendo desde el pasado en común hasta el presente de distancia. Pinot Noir es una historia de amor, erotismo, egoísmo, cobardía y honestidad brutal. Es la historia de amor de dos mujeres que no pudieron con los prejuicios, los mandatos, los desencuentros, sin embargo, aún hoy siguen unidas por ese sentir que desborda más allá de los años y la vida que eligieron.
Una obra escrita por Carolina Fernández y dirigida por Maruja Bustamante. Con Lucila Mangone, Carolina Fernández y Belén Gatti.
Las une la ruta 3, tan familiar para todes les que vivimos en el sur. Años de estudio en las grandes ciudades, el regreso al pueblo, la mirada. Las une un encuentro en un micro. Dos encuentros. Una vida de ausencia física y presencia insoportable desde el pensamiento.
Pinot Noir, nos interpela acerca del deber ser y el sentir. Es un mundo donde la escenografía teatral convive con lo audiovisual y lo corporal, con la intervención de la gran Margarita Molfino, lo concreto y crudo desde las palabras, la música en vivo y lo abstracto de los cuerpos deseantes sobre el escenario.
La ruta. La música descollante de Belén Gatti como una presencia omnipresente y casi fantástica. Los cuerpos y el relato que pasa por la inocencia hasta la oscuridad de la brutal violencia, homofobia y abuso.
Maruja Bustamante rompe esquemas, estereotipos y revela, con su talento aplaudido y reconocido en sus más de 50 obras, en cada instante, la magia de que un teatro de ruptura lleno de colores es posible.
Pinot Noir sella la identidad patagónica dándole un protagonismo especial como “hilo que une” a una cepa que encontró en Río Negro su lugar en Argentina. De la mano de Enclave Sur, las protagonistas transitan su mundo inmenso y rico sobre el escenario transportando a les espectadores a la posibilidad de pensar que todes en algún momento de nuestras vidas elegimos darle rienda suelta al mundo del deseo y lo genuino o quedarnos con lo que nos enseñaron a ser a través de mandatos culturales patriarcales.