Bueno, bonito y barato son tres de las cualidades que los vecinos tienen en cuenta a la hora de comprar huevos de Pascua y las cuales pueden satisfacer buscando -como sucede en la mayoría de los rubros- en las redes sociales. Algunos prefieren ayudar a la economía local, otros tienen como prioridad cuidar el bolsillo y una gran parte busca productos exclusivos a precios razonables imposibles de encontrar en las góndolas de los supermercados, como lo son los huevos rellenos.
Pasa todos los años, pero éste se sintió más: quizá por la pandemia de Covid-19, la crisis económica o ambos. Los grupos de Facebook se llenaron de publicaciones de vecinos y vecinas ofreciendo sus creaciones culinarias para estas Pascuas a precios muy tentadores y haciendo alusión a una de las características más requeridas en la actualidad: son artesanales.
Sin embargo, cada vendedor busca destacarse con elementos particulares. Algunos ponen la atención en los detalles y ofrecen sus productos con bolsitas de tela sublimadas para que queden de recuerdo o cajas que hacen de la presentación aún más impactante.
Mientras que otros ponen todos sus esfuerzos en los sabores y la originalidad, como sucede con una de las estrellas que se viene imponiendo en el mercado año tras años: los huevos de Pascua rellenos, los cuales tienen la posibilidad de variar aún más con sus ingredientes y captar la atención de los consumidores.
Cualquiera sea el caso, todos tienen algo en común y son los precios razonables, que se diferencian mucho de los que se encuentran en los supermercados de la ciudad.
En Facebook, por ejemplo, los usuarios pueden encargar huevos de Pascua tradicionales con confites de chocolate por $250 (tamaño mediano) o $450 (tamaño grande). También están los que se venden a $700 con increíbles decoraciones y tentadoras promociones si se compra más de una unidad. Por su parte, algunos ofrecen huevos de Pascua rellenos con diferentes sabores como tiramisú, frutilla, oreo o frutos rojos presentados en delicadas cajas por tan sólo $500.
Lo cierto es que los productos se mantienen en una línea de precio inferior a los $1 mil, algo que no sucede si se busca en las góndolas. Es que, en algunos de los supermercados más concurridos de la localidad, un huevo marca Ferrero Rocher de 365 gramos puede llegar a costar casi $2 mil y uno marca Águila de 200 gramos, no menos de $1600. Los más accesibles son los más pequeños o marcas menos conocidas, los cuales venden los 100 gramos a $237.
Por esta razón, los usuarios prefieren buscar por redes sociales tanto a particulares como a emprendedores consolidados para encontrar el huevo de Pascua perfecto a un valor que cuide el bolsillo y se adapte a los tiempos que corren. ¿La prueba? El interés en cada una de las publicaciones y la demanda, que hace visible cuando los vendedores dejan de tomar pedidos porque no hay más cupo. (Fuente LMCipolletti)